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07. emma's pov.
Los besos de Valentín descendían por mi cuello, provocando que suelte un jadeo por la sensación que provocaba en mi cuerpo.
El ambiente de la habitación era agradable, las cortinas estaban abiertas, por lo que nos iluminaba la luz de la luna, mientras solo se escuchaban nuestras respiraciones agitadas en la habitación.
Luego de besarnos por un largo rato en el río, decidimos volver con mucho pesar, ya que estaba corriendo mucho viento y me estaba re cagando de frío.
Lo bueno es que ni eso permitió que se arruinara el momento.
Cuando llegamos, no había nadie en el comedor y las luces estaban apagadas, por lo que supusimos que estaban todos ya dormidos.
Aprovechamos la oportunidad, y entre besos, risas y tropiezos, subimos la escalera para estar solos.
Así es como terminamos en mi habitación, con Valentín sobre mi cuerpo marcándolo con besos a su antojo.
—Valen...— susurré sobre sus labios, disfrutando el contacto de sus labios contra mi piel.
—Mmh— hizo un sonido con su boca y se detuvo frente a mi rostro—¿Qué?— preguntó dejando un pico en mis labios.
No sabía si iba a cagar el ambiente preguntando que estábamos haciendo, pero para su sanidad mental no sería bueno quedarse con la duda.
Aunque no quería cagar el momento.
Por eso decidió aprovechar la situación y ya luego verían cuando hablar.
Aunque Emma no sabía que habrían consecuencias por esto.
—Nada— negó con la cabeza sonriendo y volvió a atraer a su mejor amigo a sus labios.
La manera en que sus manos recorrían su cuerpo, y apretaba su cintura con fuerza a medida que el beso subía de tono.
—Sos hermosa— Valen susurró sobre mis labios y acarició mi rostro, estudiándolo con atención.
—Vos igual— sonreí sintiendo su respiración pesada sobre mi rostro.
—¿Soy hermosa?— preguntó con la voz más aguda y largue una carcajada por su tono de voz.
—Si— asentí con la cabeza mordiéndome el labio inferior.
El resto de la noche se basó en eso, muchos besos por parte de ambos, caricias silenciosas y miradas llenas de intriga, pero ninguno se atrevió a preguntar algo, simplemente queríamos disfrutar el momento.
