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16. valentin's pov
—No sean raros por favor— volvió a hablar Tino, haciéndome rodar los ojos por quinta vez en la tarde.
—Deja de jodernos — pedí tirando la cabeza hacia atrás, un poco exasperado por la insistencia de mi amigo.
Miren que yo si tengo paciencia, pero Valentino llevaba toda la tarde jodiendonos con su nueva amiga que nos quería presentar hoy, que no quería que la espantemos, que éramos unos monos, unos pajeros, ya comenzaba a dudar si es que Valentino nos quería o si le dábamos vergüenza.
En todo caso el único indecente acá era el Depa.
—Es que los conozco boludo— se tapó la cara— Es la primera persona que comparte las mismas ganas de aprender sobre fotografía que yo, así que no la caguen— nos apuntó con el dedo y su expresión cambió de inmediato cuando escucho el sonido del timbre.
Se apresuró en ir a abrir y nosotros nos quedamos hablando entre todos.
Estábamos en la casa de Tobías, o Tobo como le decíamos nosotros, boludeando un rato, pasando el tiempo mientras no teníamos nada que hacer, ya era casi de noche.
Me toque el aro que ahora descansaba en mi ceja, luego de joder durante mucho tiempo a mi viejo, me acompañó a hacérmelo para que deje de molestarlo.
Solo llevaba un par de días con este, y de vez en cuando me picaba un poco, pero evitaba rascarlo ya que se me podía infectar, o algo así me dijo Guadalupe, y yo le hacía caso.
—Bueno chicos— la voz de Tino provocó que un silencio estuviera en la sala, y todos nos giráramos a verlo— Ella es Emma— nos presentó a su amiga.
Nos dio una sonrisa alegre, y pasó uno a uno saludándonos con un beso en la mejilla, y mientras esperaba mi turno, la repase rápidamente con la mirada.
Era pelirroja, mas anaranjada, tenía pecas en su rostro y los ojos azules.
Y detalle importante, era muy petiza, incluso más que yo y eso era mucho que decir, podía decir que no pasaba el metro cincuenta y cinco.
—Hola— me dio una sonrisa agradable en cuanto llego mi turno y deposito un beso en la mejilla.
De cerca era mucho más linda, y no en modo pajero, si no que realmente era una mina linda, encima olía muy bien, un toque de vainilla creo.
—Valentín— me presenté intentando verme lo más copado que podía.
—Emma— se presentó y evité decir que ya lo sabía, no quería ser ortiva con la chabona, pero la verdad ninguno estaba muy seguro de unir a otra persona en la crew, todos los que estábamos nos conocíamos desde muy pendejos y me gustaba la comodidad del grupo.
Mira si uno se enamora de ella y después es todo raro.
Emma siguió saludando a los demás, y se notaba que estaba acostumbrada a hablar con la gente, y ningún momento se mostró tímida, al menos tenía eso a favor.
