XIII

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Tras aquel desayuno encantador con la menor, las cosas eran claras y la respuesta estaba en frente de sus ojos, la peliazul recordó su estomago ese hematoma que seguía allí causando color como si de una piedra en el zapato se tratara, vio como la pequeña se levantaba de su asiento después de terminar su café y una pequeña galleta con forma de flor.

- Fue un pacer estar con ustedes, cualquier decisión les deseo suerte y prosperidad, no olviden el contarme sus planes, vamos tenemos que ir a tus clases.- le señalo a la marioneta.

- Claro, y tu...- dirigiendo la mirada a la peliazul.-... fue un gusto conocer a alguien no tan estúpida como estos dos.- sonrió para solo seguir a la pequeña niña. 

El trio se quedo en silencio, ya sabían que podían hacer solo dos posibilidades, el hada solo se centro en la comida sin tomar palabra alguna, solo se escuchaba el hablar de algunas personas que también comían allí, el viento que susurraba una melodía cálida y el cantar de algunas aves que se posaban en los arboles de los alrededores. La chica tomo la palabra mientras presionaba su estomago.

- Creo deberíamos intentar salir de este mundo.- le dijo solo para mirarle fríamente. - No quiero que por mi se vuelva a provocar otra crisis que se lleve las vidas de los demás.- 

- Mi misión aun no termina en este mundo...- dijo el de cabellos rubios. -... ella aun esta aquí y si me voy no sabrá que me he ido ¿podemos buscarla ambos?...-  

El silencio de nuevo los invadió, el hada no podía creer lo que escuchaba eso le arruinaba los planes que tenia con el chico, si bien él al inicio solo era una ayuda le tomo cariño, sin embargo no podía decidir por nadie.

- Estoy... enferma.- miro a su amado para ver como esa expresión de desconforme cambio a sorpresa y tristeza. - Tengo días con ello.-

-...Pero Furina ¿Qué tienes?.- dijo asustado y tomando la mano de su novia.

- No lo se, comenzó con una pequeña mancha que pensé sanaría, después de la misión y luego parece ser un hematoma enorme que cubre gran parte de mi estomago...-

- Regresemos ya a Fontaine, seguro Sigewinne podrá saber que tienes.- tomo la mano de su novia para ir rápido a un teletransporte, claro alcanzo a Nahida para despedirse también, ella se despidió y abrazo a Furina. Sin mas no tardaron en llegar al primer transporte y sin mas no pensó tanto para aparecer en el fuerte, la abrazo en sus manos para cargarle como princesa y fue corriendo para la enfermería. La hada estaba impresionada ante tal acto de él, olvido por completo los protocolos de seguridad para nuevos ingresantes, solo volaba veloz para alcanzarle, sin mas al llegar rápido le explico a la pequeña medusina que pasaba y ella reviso  por completo a la chica; las horas pasaban y él solo miraba como la pequeña veía tal hematoma, después de ello dejo que la chica se colocara sus prendas del talle.

- Bueno viajero, no tengo idea de que es lo que le pasa, no parece ser de un golpe o de un sangrado interno, parece ser algo externo o hasta desconocido y por sus afirmaciones es extraño el fenómeno.- dijo la medusina con un mirar triste. - Podría darle medicina, pero no creo funcione para tratarle.- 

-Gracias por atenderla.- miro a Furina preocupada. - Vuelvo luego, vamos Furina.- dicho esto caminaron al teletransporte al llegar solo la vio. -Se quien mas puede ayudar.- 

No dejo a la chica pronunciar palabra alguna cuando estaba viendo un lugar totalmente nueva para ella, el olor a comida distinta le invadió, un viento fresco que sentía que respiraba en su nacion, vio vestimentas distintas a las normales y antes que el viajero la llevara de nuevo cargando escucho al hada pronunciar "¿Liyue?" al sentir el tacto de él rápido vio como subía escaleras y vio un lugar raro donde un olor como a incienso le invadía. Vio a la pequeña chica con un talismán en su frente.

Aguas cristalinas (Furina x Aether)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora