Capítulo 13: Tutorías

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—Estamos hablando de dos nuevos alumnos. — Lucas asintió. Lo entendía a la perfección.

—Si, y serán asignados a ti, Jack. —El nombrado pasó su cabello castaño hacia atrás mientras me miraba. 

—Se interpolan con mis tutorías. —Suspiré. Eso era un problema. 

—Tendremos que mover las horas. —Habló Matthew Brown, nuestro compañero y tutor de música. —¿Qué opinas? —Miró a Jack, este tenía el ceño fruncido. 

—No se puede, tengo casi todas las tardes ocupadas. De ser posible hasta el fin de semana se hubiera llenado. 

—Entonces que Gaby te dé tutorías en fin de semana. —Los dos miramos a Andrea quién dio aquella opción de forma desinteresada, ya que incluso se encontraba revisando unos documentos. Al sentir nuestras miradas alzó su vista. —¿Qué?

—¿Te das cuenta que es trabajo extra?

—Bueno, pero te quitas las horas que usarás con Jack de la semana y las compensarás el fin de semana. ¿O qué se te ocurre?

—Creo que es buena idea. —Comentó Mónica quien se había mostrado muy callada en los últimos momentos. —¿Por qué no le das clases a Jack el fin de semana? Y le explicamos al profesor Kim la razón.

—Concuerdo con ellas. —Lucas señaló a su hermana y Mónica.

—Igual. —Alzó su mano Mathew. 

—No sé de que hablan, pero estoy de acuerdo. —Bufé ante la respuesta de Harry, quien era el encargado de dar tutorías de arte. 

—¿Entonces?— Nos miraron a Jack y a mí.

—Por mí no hay problema pero sí la chica fre...

—Está bien. —Lo interrumpí. —Serán los sábados las tutorías. —Nuestros compañeros aplaudieron. 

—Esto es un equipo. —Celebró Lucas y yo solo sonreí levemente. Cada uno regresó a su lugar y Mónica se fue junto a Jack. Los miré alejarse mientras Andrea se paraba a mi lado.

—¿Crees que saldrán juntos de nuevo?— Muy tarde me di cuenta de lo que había dicho. Miré a Andrea y ella sonreía con picardía.

—¿Celosa?

—¿Yo? ¿Por qué? ¿Qué te pasa? —Le quité la pluma que tenía en su mano y caminé hacia la mesa donde tenía los ejercicios que mis compañeros habían hecho para las tutorías de mi materia. 

—A ver, qué sucede contigo. No puedes negarlo. Si no ¿por qué tanta curiosidad?

—Oye, solo hacía una simple pregunta. Después de todo eran pareja. 

—Sí, supongo. ¿Se ven lindos juntos, no?

—Pfff, como digas. —Andrea me dio un ligero empujón.

—Solo bromeo tonta. Su momento ya pasó, estoy segura. —La miré con el ceño fruncido.

—¿A qué te refieres?

—Solo digo, que muy probablemente, esté interesado en otro objetivo. —Sonrió con cierto tono divertido. Yo no me reí. 

—No entiendo.

—Ay Dios, a veces me preguntó qué sucede contigo.

—Damas. —Lucas nos rodeó con su brazo interrumpiendo la charla. —Jesse me escribió y dice que nos juntemos en el estacionamiento de la escuela para ir al paintball. 

—¿En serio iremos?

—Sí, se sumó Mónica y también Matthew. —Miré al pelinegro que hablaba con Harry.

—¿Mónica? —Miré a Andrea. 

—Yo no creo que pueda ir. Aún tengo algo de tos. 

—No te he escuchado tosiendo. 

—Cof, cof, cof. —Lucas y Andrea me miraron con los ojos entrecerrados. Lo sé, sonaba patética. —Ay bien, vamos. —Lcuas sacó su celular y supuse que confirmo nuestra asistencia. 

Suspiré, no podía luchar contra mis amigos. Y menos contra mi estupidez. 

¡Muy bien, profesora! [Círculo 5 #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora