Alas Entrelazadas (HeroStar)

Charlotte

      Miguel no pudo soportar ver a su pequeña estrella de esa manera, él no tenía la culpa de lo que había pasado.

Miguel levantó la visita y vió a uno de los angeles quien traía entre sus manos un pequeño bultito, al parecer querían que la vieran antes de que hicieran los preparativos correspondientes para darle descanso.

Aquel arcángel se separó un poco de su pequeña estrella y cargo a la pequeña y descubrió su rostro... Sus cabellos dorados, chapitas rosadas, a simple vista parecía que estuviera durmiendo.

Miguel iba a mostrarla a Luzbel y este solamente se dió la vuelta, era más que obvio que no quería verla...

Luzbel no soportaría verla después de tanto esperarla para terminar despidiéndose de su pequeña.

Miguel al ver la reacción de su pequeña estrella, volvió a cubrir a su pequeña con aquella manta e hizo un portal individual hacía la oficina de su padre, no iba a quedarse con los brazos cruzados.

— Padre... Tienes que hacer algo... Nuestra hija... Tu nieta... Nació muerta... Por favor padre... — Dijo aquel arcángel mientras apretaba aquel pequeño cuerpo contra el suyo y sentía como las lágrimas comenzaban a correr.

Aquel Todopoderoso miro a su hijo, era la primera vez que lo veía en ese estado.

— Hijo mío... Sabes bien que no puedo interferir en... — Dijo aquel Todopoderoso con voz tranquila...

— Padre... Por favor... Luzbel se culpa por esto... No permitas que entre la oscuridad en él... — Imploraba aquel arcángel, era totalmente consciente de lo débil que era su pequeña estrella y lo fácil que podía cambiar su corazón.

— Eres consciente de que hay un precio que pagar si cambio lo que ya estaba destinado? — Pregunto aquel Todopoderoso mientras miraba a su hijo favorito.

— Lo se Padre... Y no me importa pagar el precio que tenga que pagar... Solamente regresanos a nuestra pequeña, Padre... — Dijo aquel arcangel con voz decidida.

Aquel Todopoderoso extendió sus manos y tomó a la pequeña entre sus brazos y la descubrió, mirando lo idéntica que era a sus dos hijos favoritos.

— Mi pequeña nieta... Tú nacimiento no fue motivo de alegría, como lo esperaban tus padres... Pero a partir de hoy, le traeras alegría a todo el que te rodea... Vuelve a la vida pequeña... — Dijo aquel Todopoderoso mientras soplaba sobre aquella pequeña, devolviéndole el aliento de vida.

Aquella pequeña abrió sus ojos y comenzó a llorar desconsoladamente.

Miguel rápidamente cargó a su pequeña y la intentó consolar, sus lágrimas caían por sus mejillas.

— Llévala con su madre... Debe de necesitar estar con el... — Dijo aquel Todopoderoso mientras le sonreía.

Miguel asintió y rápidamente llevó a su pequeña de regreso con Luzbel.

Aquel pequeño serafin había sentido como Miguel salió de la habitación y desde ese momento no había dejado de sollozar. Se sentía realmente culpable por no haber podido dar a luz a su pequeña. Pudo sentir como su hermano entraba a través de un portal individual pero ni siquiera tenía el valor de voltear a verlo.

Aquel pequeño Serafin estaba perdido entre sus pensamientos, eso fue hasta que escuchó el llanto de su pequeña y rápidamente volteo a verla.

Su niña seguía llorando desconsoladamente, buscando del calor de su madre... Luzbel vio las lágrimas de su arcangel y entendió lo que había pasado... Aquel arcángel había ido con su Padre para pedirle ayuda y este le había ayudado.

Los ojos del pequeño serafín se llenaron de lagrimas, se levanto de aquella cama y fue corriendo hasta donde estaba su arcangel y su hija.

Miguel le entrego a la pequeña a su estrellita, mirando como Luzbel la cargaba con sumo cuidado y la abrazaba contra su pecho mientras sollozaba.

Aquella pequeña dejo de llorar y cerro sus ojos mientras se pegaba al pecho del pecho del pequeño serafin.

Luzbel comenzo a arrullarla mientras comenzaba a cantarle aquella cancion de cuna que le estaba cantando hace horas atras.

Miguel abrazo a su pequeña estrellita y miro como su hija se habia quedado completamente dormida. Recargo su barbilla en el hombro de su amado.

Luzbel volteo a verlo y le sonrio, sabia que esto habia sido posible gracias a el.

— Gracias amor... De verdad gracias... Miguel... — Dijo el pequeño serafin mientras intentaba limpiar sus lagrimas con su mano libre.

Aquel arcangel le sonrio y beso sus labios, estaba realmente feliz.

— No tienes porque agradecerlo, mi pequeña estrella... Por cierto... Ya pensaste en el nombre de nuestra prequeña? — Pregunto aquel arcangel mientras miraba a su pequeña.

— Si... Se llamara Charlotte... — Dijo aquel pequeño serafín mientras seguía limpiando sus lágrimas y miraba a su pequeña quien estaba durmiendo.

— Es tan hermosa... Se parece a ti... — Dijo aquel arcangel mientras miraba embelesado a la pequeña.

Luzbel no pudo evitar soltar una risita, volteo a ver a su arcangel y los ojos azules de ambos se encontraron.

— Que pasa amor? — Preguntó Miguel mientras abrazaba la pequeña cintura de su amado.

— Somos gemelos... — Decía Luzbel entre risitas.