41. Rosas y alas de ángel

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Capítulo 41

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Capítulo 41

"Rosas y alas de ángel"

TAEHYUNG

Tres años no iban a borrar más de una década que pasó sin saber lo que era tener una familia, mucho menos dos. No solo fue adoptado por dos de las mejores personas que había conocido, sino que ahora su familia biológica estaba también ante él.

Acostumbrarse a lo bueno era más fácil que acostumbrarse a lo malo. Sonreír a una familia era mejor que aceptar que al final del día se iría a dormir solo, sin que unos padres le dieran las buenas noches, sin la certeza de que el orfanato no cerraría el siguiente día, la siguiente semana o a fin de mes.

Estando con los Kim, al menos los fines de semana que volvía del colegio, durante la noche se despertaba varias veces, sudando y buscando a tientas encender la lámpara sobre la mesita de noche junto a su cama.

Una lámpara sobre la mesita de noche junto a su cama, en su habitación, en la casa de sus padres. Los Kim le dieron su apellido, y con él una familia, el amor y la compañía que necesitó y no se atrevió a codiciar nunca.

Ser adoptado dejó de ser su anhelo después de cumplir diez años. Aprendió a que los niños pequeños eran a los que las parejas buscaban. Años después no esperó ser elegido por nadie, aún menos, por personas a las que veía en televisión y en la sección de sociales de los periódicos.

Pero ahí estaba, y ahí estaban ellos. Sanem y Hyunseok, sus padres, quienes lo abrazaron por cerda de media hora hasta que por fin pudieron hablar con él y explicarle lo que significaba todo lo que Han Riza reveló frente a todo el mundo.

Porque sí, tras subirse a la tarima en medio de un salón con los miembros más importantes de la sociedad en el país, que el resto del mundo se enterara de lo sucedido fue cuestión de instantes, de subir fotografías y opiniones inéditas sobre lo que todos presenciaban.

Vio desaparecer a Jungkook y su mente estuvo dividida en dos todo el tiempo. Pensaba en lo que estaría haciendo Jungkook, conocía lo suficiente a su novio como para saber que éste se haría mil historias en la cabeza, que daría lata a Jimin y Namjoon, quienes no lo dejarían ni un instante. Además, Jungkook dudaría de que él volvería.

No hubo algo que quisiera hacer más que correr junto a Jungkook. Lo extrañaba incluso desde antes de verlo salir por la puerta que daba al jardín de la mansión Jeon.

Sintió enojo consigo mismo por no haber controlado mejor la situación, por no haber dejado todo de lado para ir con Jungkook antes que con sus padres. Sanem y Hyunseok le pidieron hablar con él primero, y así fue.

Después no logró sentir ningún tipo de emoción al conocer a Riza. No solo por lo que dijo sobre Jungkook, sino porque las cosas debieron ser diferente.

Sangre Pura | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora