𝐓𝐀𝐄𝐊𝐎𝐎𝐊 | «No muchos llamaban la atención del heredero orgulloso y egoísta número uno del mundo, hasta que llegó él y descubrió lo que significaba».
Un huérfano con una oportunidad única.
Un egocéntrico aburrido.
Un colegio tan prestigioso co...
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Capítulo 6
"Órdenes y amenazas"
JUNGKOOK
No solo permitió que Taehyung presenciara una muestra de debilidad por parte suya, sino que, además, el chico nuevo, su mascota, lo llevó a la enfermería y le permitió usarlo como soporte cuando le dieron los puntos en la herida.
Estúpidos anaqueles.
Malditas repisas.
Pinceles planos de mierda.
Estatura inservible.
Usualmente no actuaba sin pensar, evitaba cometer errores y flaquear frente a otros. Le temía a parecer un adolescente normal, a ser juzgado por no ser tan perfecto como debía serlo un Jeon.
Taehyung no se había comportado diferente con él después de verlo casi llorar al ver la sangre que brotaba de su brazo, al contrario; el maldito chico nuevo fue gentil, comprensivo y actuó antes de permitirle procesar lo que ocurrió.
La camisa blanca de Taehyung quedó arruinada.
Regresó a su habitación y se ocultó debajo de las sábanas hasta la hora de la cena. Se cercioraría él mismo de que Taehyung mantuviera la boca cerrada, y que no estuviera planeando una forma de ridiculizarlo.
Si se hubiera tratado de alguien más, posiblemente la escuela estaría hundida en murmullos y risitas burlonas hacia él, pero, al entrar a la cafetería, fue igual que siempre, miradas y uno que otro comentario. Sin burlas.
— ¿Crees que podría aliarse con Eunwoo para hacerte daño? —preguntó Jimin a Jungkook.
Caminaban en los pasillos del edificio de habitaciones, Namjoon se había mantenido al margen, y su única intervención fue para demostrar lo mucho que dudaba de Taehyung.
—Lo de hoy habría bastado para hacer a todos conocedores de lo patético que puede ser el hijo de la presidenta —sentenció Jungkook.
Namjoon presionó el botón para subir al cuarto piso y entraron al elevador después de que se abrieran las puertas.
—Yo aún lo creo capaz —espetó Namjoon. Jimin y Jungkook estaban más que acostumbrados a la forma dura en la que se expresaba el pelinegro—. Podría usarlo en tu contra en algún momento.
Levantó el brazo en el que un vendaje le cubría de la muñeca hasta el codo y lo puso frente al rostro de Namjoon.
— ¿De qué le servirá cuando ya nadie verá la herida?
—Taehyung no parece un mal chico, y tú lo golpeaste —reprochó Jimin a su novio.
—Lo merecía —respondió Namjoon.
Jungkook entró a su habitación solo, sus amigos se quedarían en la habitación de Jimin. Parte de lo bueno que tenía asistir a un colegio que pertenecía a su familia, era que podían dormir en la habitación que quisieran, incluso no dormir en ninguna, nadie los vigilaba.
