Ser el conductor de la muerte es insoportable para el-niño-que-vivió, por lo que en medio de la desesperación busca una solución un tanto apresurada que con suerte termine todos y cada uno de los problemas de raíz.
Está decisión lleva a Severus Sna...
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La fría mañana del veinticinco de diciembre no le impidió a Severus levantarse con alegría, camino tan rápido como pudo, cuando estuvo frente al árbol de navidad, no le sorprendió encontrar a su familia ahí.
- ¡Feliz navidad!
-Feliz navidad querido. – Su madre siempre era la primera en darle un gran abrazo, pronto sus abuelos siguieron el ejemplo de su madre, quien le dio una gran taza de chocolate caliente. - ¿estas listo para abrir tus regalos? Este año te llegaron muchos. – Severus asintió.
-Pero primero quiero intercambiar nuestros regalos Madre, puedo abrir los demás después de eso. – Su madre sonrió, no se arrepentía ni un segundo de salir de la casa del monstruo que era Tobías, porque ahora podía disfrutar de las sonrisas de su hijo y porque su risa no necesita apagarse, verle feliz y sano era todo lo que necesitaba.
Severus entrego primero sus regalos, un lindo abrigo para su abuela, un reloj de bolsillo para su abuelo y para su madre un collar especial, era de plata con una piedra esmeralda de dije, lo mejor es que estaba llena de hechizos y runas protectores, cada regalo que le daba a su madre estaba llenos de esos.
Los regalos de su abuela fueron un pulso con el escudo de la casa Prince para su esposo; un anillo, con el mismo escudo para su madre y para Severus un broche que utilizaría de ahora en adelante en sus sacos. Severus noto que su abuela llevaba un collar con el escudo de la casa, sin duda su abuela no perdía la oportunidad de unir a la familia hasta en los pequeños detalles.
El quit de ingredientes de pociones que le regalo su abuelo a Severus lo tenía muy emocionado, realmente agradecía tener más años para seguir experimentando y el nuevo abrigo que le regalo su madre le gusto mucho, pero algo en su mente le recordó a Lucius, a veces era difícil creer que la imagen de un pequeño de primero con ropa suelta y desgastada era su pasado.
Mientras Severus tomaba de su chocolate caliente sintió que su el nuevo brazalete que intentaba esconder en su muñeca izquierda emitía un calor muy familiar para él, Potter ya había abierto su regalo y sin duda alguna ya se encontraba en su muñeca también, eso hizo sonreír a Severus, era extraño que ahora podía imaginar la expresión en el rostro de Potter.
- << ¡Feliz Navidad Sev! >> -Creer que un mensaje de Potter tardaría más en llegar era algo que no tenia sentido, pero aun así Severus pensó que sería así. - <<Me encanto mi regalo. >> - Severus no lo dudo, su atención es algo que Potter no dudaría que fuera exactamente lo que Potter quería, agradecía que solo se pudieran enviar mensajes cortos, si no tendría una carta entera cada día, lo cual seria un gran descanso para Lunaria, la pobre se la pasaba viajando entre sus cartas con Potter, Rems y Rosier, a veces extrañaba las sombras en las que vivía antes. - << ¿A ti te gusto el tuyo? >> - Severus tomo el regalo que sabia que Potter había envuelto, se notaba su esfuerzo, pero el papel estaba arrugado en varios lugares, una sonrisa se le escapo, "Estúpido Potter", pensó, solo el haría algo así, dentro había una Horquilla para el cabello de oro con una flor de Margarita estilizada con piedras rojas y hojas doradas, era muy hermosa, pero el significado de la flor, hizo que las mejillas se le sonrojaran; comúnmente las margaritas se asocian con la inocencia o la pureza, pero también con el amor leal y verdadero.
