Capítulo IV - Transformación

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Después de la desagradable sensación que causa la aparición sobre todo en un niño de su edad y de apretarse el estomago para no soltar nada, Severus se permitió abrir los ojos y tomo una postura recta, no se dejaría ver mal en este momento, sobre ...

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Después de la desagradable sensación que causa la aparición sobre todo en un niño de su edad y de apretarse el estomago para no soltar nada, Severus se permitió abrir los ojos y tomo una postura recta, no se dejaría ver mal en este momento, sobre todo cuando sabia que Lord Prince le estaría observando en todo momento.

Estaban en la gran entrada de Prince Manor, una enorme mansión, que aún se veía en sus mejores momentos, no como el lo recordaba (una casa llena de sabanas y acumulando polvo), esta era la casa en donde su madre había crecido, una que en su momento heredo, pero nunca vivió en ella debido a las circunstancias de su antigua vida, la casa era enorme, de tres niveles y decenas de habitaciones, los Prince en su momento fueron una familia de mucho prestigio, una de las primeras y mas importantes familias fundadoras de la sociedad mágica, ahora, parecía un lugar olvidado, sin  gloria, pero extrañamente cálido.

-Adelante. - Les dijo Lord William, Eileen tomo la mano de su hijo no sabiendo que esperar, y ambos caminaron detrás de su padre.

La mansión se abrió e inmediatamente una elfa domestica se apareció con un suave crack.

-Bienvenido Lord Prince, ¿En qué puede Cyen servirle a Lord Prince? - La elfina tenía ojos grandes color café, tenía puesto un vestido negro con un delantal blanco, en su hablar mostraba un gran respeto por su amo y cuando termino con lo dicho se inclinó hasta que su nariz roso el suelo.

-Cyen, prepara te, estaremos en la sala informal. - Dicho eso le extendió su abrigo a la elfina y esta se fue con otro crack.

Los tres llegaron a lo que era la sala informal, era muy espaciosa y como casi toda la mansión predominaba el blanco y el gris; podías ver el extenso jardín trasero por una las grandes ventanas que iluminaba toda la sala con la luz de la noche.

-Bien, siéntense. - Eileen que aun tomaba a su hijo de una mano los llevo al sofá que estaba enfrente de su padre, estaba muy nerviosa y solo podía pensar en que no la separaran de su hijo. - Ciertamente tenemos mucho que discutir, pero primero, Eru.- Otro elfo domestico apareció, y se inclinó hacia William.

- Si amo ¿En qué puede servirle Eru a Lord Prince? – Eru, era un elfo, con un traje de tres piezas, un pantalón negro formal, una camisa blanca y un pequeño chaleco en donde tenía puesta el escudo de la casa Prince, al parecer todos vestían así y portaban el emblema familiar.

-Dile a Ilana que he llegado y que requiero que esté presente.

-Si amo. - Con eso dio otra reverencia y desapareció.

Eileen, se sintió aún más nerviosa, hace muchos años que no veía a su madre. Pronto una mujer llego, era alta, de buena figura para sus 55 años de edad, tenía el cabello recogido, pero aun así se apreciaban algunas canas en sus finos cabellos cafés, su piel era pálida, y llevaba puesto un hermoso vestido color crema hasta los tobillos, sus brazos estaban descubiertos y podías observar un hermoso collar de oro blanco que adornaba su cuello. En cuanto la mujer vio quienes eran sus acompañantes sintió las lágrimas acumularse en sus ojos, su adorada hija estaba ahí nuevamente, pero no se acercó a ella, si no que fue y se sentó a lado de su esposo, colocando su mano sobre la de él y dándole una significativa mirada, cuando este asintió, ella se puso de pie dispuesta a tomar entre sus brazos a su hija.

En el Umbral del Deseo -Snames-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora