Ser el conductor de la muerte es insoportable para el-niño-que-vivió, por lo que en medio de la desesperación busca una solución un tanto apresurada que con suerte termine todos y cada uno de los problemas de raíz.
Está decisión lleva a Severus Sna...
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Saber que tenía donde volver, más bien que regresaba a un hogar de verdad y tener quienes lo esperaban con alegría le alegraba el corazón sobre todo porque era algo que jamás tuvo, pero que agradecía en esta vida, nunca lo daría por sentado, eran parte de su motivación para seguir adelante.
Los inicios de su plan estaban listos, con su nueva red de amistades entre casas avanzando, el respeto de los Slytherin y los merodeadores en su bolsillo, estaba sentando las bases para sus próximos pasos, además tenia el apoyo de la profesora McGonagall, solo esperaba que el abuelo no metiera la pata con sus planes locos, eran efectivos, pero siempre costaban muchas vidas en el camino.
Lo próximo a conseguir eran los dos primeros horrocruxes, el diario y el anillo, que aun no tenia ni idea de donde podrían estar, en su tiempo Albus, el abuelo bonachón y él tenían sus teorías, pero ahora estaba un poco perdido debido a las fechas, aun así, no dejaría de intentarlo, tendría que volver a investigar, pero estar por su cuenta y con once años era algo complicado.
El camino en el tren estaba lleno de bullicio, y por primera vez Severus era parte de él, como todos estaba emocionado de volver a casa, de volver con su familia, aunque Potter y Remus no estaban contentos con dejarlo ir, y más cuando les dijo que no los podría visitar, estas eran fechas que solo serian para su familia; Black por su parte, solo le emocionaban los regalos que recibiría, más no el tener que ver a su familia, sobre todo a su madre.
A veces ser un niño otra vez, es la excusa que usaba Severus para comportarse domo tal, en cuanto el tren llego a la estación, se soltó de la mano de Potter que parecía estrangularlo y salió en busca de su familia, al verlos a los lejos, detuvo su andar y se calmó, sabiendo que su abuelo lo regañaría si lo viera correr, aun así, camino más rápido.
-Abuelo, abuela, madre, es un gusto volver a verlos. -Su abuelo solo asintió en respuesta a él.
-Severus. - Su madre no pudo más y lo apretujo entre sus brazos, y Severus no dudo en regresar el abrazo.
-Que bueno es tenerte devuelta tesoro.
-Estoy feliz de regresar abuela. – Y lo decía de todo corazón.
-Me imagino que tendrás mucho que contarnos, pero eso será en casa, vamos Severus, estuvimos esperándote para adornar el árbol. -Severus estaba dispuesto a seguir caminando con su familia, pero un cabello revoltoso lo detuvo.
-Sev. – Severus miro su mano que era sostenida por Potter.
-Espero que tengas unas lindas vacaciones James. – Severus sonrió a Potter, pero aun después de eso, este no lo soltó. – No te preocupes te escribiré y espero que respondas a mis cartas.
-Te voy a extrañar Sev.
- Y yo a ti James. – El señor y la señora Potter, llegaron a donde estaban, y los adultos intercambiaron saludos, ya conociéndose gracias a la amistad entre los pequeños.
