Capítulo 5

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Seokjin se incorporó en su cama. Quería estar seguro de lo que estaba escuchando. Sin duda era un llanto que provenía de la habitación del menor. Salió de su cuarto y pegó su oído a la puerta. Dio unos pequeños golpes a la puerta.

—¿Jungkook estás bien? —preguntó bajito, no lo quería incomodar, además tenía prohibido entrar en su cuarto. Pero al no obtener respuesta y sintiendo como el llanto subía de intensidad, simplemente entró.

Jungkook tenía sus ojos cerrados, pero lloraba, se quejaba, decía palabras que Jin no lograba entender y se removia en su cama como si estuviera luchando con algo o alguien.
El chico se veía tan angustiado, parecía un niño aterrorizado.

Jin se acercó, sabía que no podía despertarlo bruscamente. Así es que se arrodilló al lado de la cama y comenzó a susurrar su nombre, mientras acariciaba su frente y cabellos que estaban mojados.

—Jungkook..., Jungkook, despierta pequeño, despierta—susurraba suavemente, pero parecía que el sueño o pesadilla era muy profundo. Jin entonces recordó como su madre intentaba despertarlo cuando era pequeño de su frecuente terror nocturno.

—Kook..., vamos despierta—depositó entonces un beso en la frente de Jungkook y acarició sus mejillas. De pronto los ojos del pelinegro se abrieron y miraron a Jin aterrorizados.

—¡HYUNG DILE QUE SE VAYA POR FAVOR, HAZ QUE SE VAYA!—. Jungkook gritaba, aferrado al brazo de Jin que intentaba contenerlo.

—Kook sólo fue una pesadilla, no hay nadie aquí, sólo tú y yo ¿ves? Estamos en tu habitación—seguía hablándole suavemente, mientras Jungkook continuaba aferrado a su brazo. El menor abrió sus ojos, miró a Jin y sin poder contenerse echó sus brazos al cuello de Jin y comenzó a llorar.

—No me dejes solo por favor Jin hyung—repetía en medio de su llanto.

—Hey, tranquilo Jungkook, no pienso moverme de aqui—. Y aunque hubiese querido no habría podido por el fuerte agarre del menor.

Poco a poco Jungkook se fue calmando, momento que Jin aprovechó, para separar un poco al menor de su agarre. Hizo que lo mirara y secando las lágrimas con sus manos le sonrió.

—¿Mejor?, escucha voy a ir a la cocina por un vaso de agua y una toalla para que seques tu sudor ¿está bien?—. Sabía por experiencia, que después de un episodio como el que habia tenido Jungkook, probablemente seguiría asustado.

—Está bien hyung. Gracias y perdoname por esto. Te desperté y...

—Oye, yo soy el gruñón de aquí y no he dicho nada. Ahora tranquilo, ya vuelvo.

Mientras Jin iba por esas cosas Jungkook cerró sus ojos y recordó su pesadilla. Su corazón se aceleró. Todavía no podía olvidar aquellas horribles escenas. Sabía que en algún momento debería enfrentar ese pasado, pero se daba cuenta que aún no estaba listo.

Jin volvió con un vaso de agua y una toalla. Miraba fijamente a Jungkook, mientras éste bebía y secaba su sudor. Pensamientos contradictorios luchaban dentro de él. Por una parte sentía compasión y ternura al ver al chico tan descompensado y asustado, pero tampoco podía olvidar que ese mismo chico, era quien competía con él, quien podía destronarlo del lugar que hoy ocupaba. Luego se arrepintió de aquellos pensamientos. Sabía que estaba siendo una mierda desconsiderada al pensar en eso, estando Jungkook en ese estado y trató por esta vez de concentrarse en el menor.

—¿Te sientes mejor?—le preguntó mientras dejaba el vaso en la mesita.

—Si, lamento todo esto y que me hayas visto así...—. Jungkook se sentía avergonzado por haber abrazado de esa manera a Jin.

Viviendo Con Mi EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora