Capítulo 13

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La primera parte de este capítulo se refiere a los hechos que llevaron a Jungkook a renunciar a SM. Namjoon, Jimin y Tae le contarán a Seokjin, qué fue lo que pasó. El relato empieza en el momento que Jimin y Tae se acercan a felicitar a Kookie por su premio (que está relatado en el capítulo 1 de forma incompleta...). Todo lo que pasó está en letra cursiva.

—Jungkook, felicidades, venimos a darte un abrazo amigo —Tae y Jimin se acercaban para felicitarlo —queríamos invitarte a casa a celebrar.

—Lo siento chicos, pero la compañía preparó una celebración, debo ir ¿BigHit no hará una para Jin y ustedes?

—Iba, así en pasado—dijo Tae—iba a hacer una celebración, pero el gran divo se amurró, porque según él, le quitaste el premio, así es que ya no hay. Por eso Jimin y yo celebraremos por nuestra cuenta. Estaremos en el departamento compartiendo unas cervezas, por si te quieres unir más tarde Kookie.

—Se los agradezco chicos, pero no creo poder. Ya me tengo que ir, debo ir al hotel donde será la fiesta.

Jungkook fue llevado por su manager y otros miembros del staff a la camioneta que lo llevaría a su fiesta. La felicidad lo embargaba. Llegó al hotel, el salón estaba lleno, todos lo abrazaban y felicitaban. Era la noche más feliz de su vida.

— ¡Kookie!, estamos tan orgullosos de ti. Le arrebataste el premio al mismísimo Kim Seokjin. Imagino su ira y la de Kim Namjoon —el CEO de SM, al parecer estaba más feliz de haberle quitado el premio a BigHit que el triunfo de su propio artista.

—Gracias señor Kim, estoy trabajando muy duro para llegar a ser el mejor. Agradezco todo lo que la compañía ha hecho por mí.

—Cuenta con nosotros Kookie, juntos llegaremos hasta la cima. Pronto serás conocido en todo el mundo.

Hubo muchas fotos, más felicitaciones y variados brindis. Sin embargo, a pesar de la felicidad que le daba haber recibido el premio, Jungkook sentía que su vida no estaba completa. Le hacía falta su familia y sus amigos. Él estaba solo y ningún premio llenaba esa soledad. Luego de compartir un par de hora con sus colegas artistas y otras personas, se sintió cansado. Quería llegar a su cómodo departamento y dormir hasta tarde.

Buscó a su manager, para pedirle que lo llevara a casa. Lee Yung Rok, era su nombre, tenía cerca de 40 años, por lo que rápidamente para Jungkook se había convertido en una especie de figura paterna. Se lo habían asignado desde que llegó a SM y habían hecho una buena amistad. De a poco Lee se había ido ganando la confianza de un tímido Kookie, que había sido expulsado de su casa por confesar a sus padres que era gay y por querer convertirse en Idol. Con su mayoría de edad recién cumplida, firmó el contrato con SM, aun cuando él hubiese deseado ir a BigHit donde estaba Seokjin, pero su inmadurez lo había llevado hasta donde ahora se encontraba.

Lee se preocupaba de todos los detalles en la vida de Kookie, le proveía de las cosas que le gustaba comer, se preocupaba de su ropa y de llevar su apretada agenda. Muchas veces se había quedado a dormir en el departamento de Jungkook, para cuidarlo y preparar actividades, a pesar que era un hombre con familia. El grado de amistad era tan grande que Kookie, le había contado lo que había sucedido con sus padres y su orientación sexual. Ese era Lee Yung Rok, un padre, un hermano mayor.

Naturalmente cuando Jungkook le pidió que lo llevara a casa luego de la fiesta, no lo dudó ni un instante —Te llevaré en mi auto Kookie, así después me voy a casa.

Jungkook lo esperó en el estacionamiento. No quiso despedirse de nadie, salió silenciosamente del salón del hotel, donde la fiesta aún tenía para rato. Yung Rok se estacionó frente al chico y éste subió.

Viviendo Con Mi EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora