Capítulo 4

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Cuando regresó del supermercado, Seokjin estaba comiendo. Sintió como lo miraba disimuladamente sin levantar la vista de su plato.

Lentamente comenzó a guardar las provisiones que había comprado, en el lugar que Jin había apartado para él. Luego sacó la comida preparada que había comprado.

-—¿Puedo sentarme aquí a comer? —preguntó, porque no quería incomodar al mayor. Ya habían tenido bastante hace una hora atrás. Al menos él había logrado tranquilizarse y no pretendía empezar una nueva guerra —o si prefieres puedo ir a mi cuarto a comer.

-—¡No!, como dijiste, ahora este departamento es tan tuyo como mío. No necesitas pedirme permiso para sentarte a comer. Puedes hacerlo, cuando desees —ahora sí Jin había levantado la vista y lo miraba directo a sus ojos.

—Gracias —respondió Jungkook y comenzó a mirar su celular para distraerse de la presencia de Jin. Éste último al terminar, se levantó y se dirigió a la cocina a lavar su plato —. Buenas noches Jungkook, procura dejar tu plato lavado y guardado.

El menor sintió esas palabras como una pequeña provocación, pero prefirió morder su labio inferior y no decir nada. Además ya estaba sintiendo los efectos de la pastilla que había tomado más temprano, y sólo quería descansar. Terminó de comer, lavó y guardó su plato y se fue a pasar su primera noche en su nuevo hogar.

A la mañana siguiente, sintió la alarma de su celular, pero lo apagó y volvió a meterse debajo de las sábanas. Estaba acostumbrado a que fuera su noona quien terminaba despertándolo. Pero luego recordó que ya no vivía con ella, si no que con Seokjin y seguro él no iría a despertarlo. Sin pensar mucho se levantó, y fue directo al baño. Hoy sería el día de la conferencia de prensa donde sería presentado oficialmente como el nuevo artista de BigHit y eso lo puso nervioso.

Se vistió y salió de su habitación, para encontrarse con Jin, tomando un café. Lo observó por un momento. Se veía muy guapo, con su pelo un poco húmedo y su rostro sonrojado por el calor del café. Suspiró y se dispuso para comenzar un nuevo día de batalla con él.

—Buenos días Seokjin hyung, espero que haya descansado. Supongo que se dio cuenta que dejé su cocina impecable anoche.

—Buenos días Jungkook, sí lo noté, lo de la cocina. Supongo que no esperarás una carta de felicitaciones. Es lo mínimo que debes cumplir.

Y ahí íbamos de nuevo, pensó Jungkook, nuevamente Jin se empeñaba en comenzar una pequeña guerra verbal. Pero él no caería. Debía estar tranquilo, era su día y nadie se lo arruinaría. Se comió su cereal y tomó su medicamento. Estaba listo cuando Sejin vino por ellos.

En la camioneta no se dirigieron la palabra, aunque Jin no dejaba de mirar a Jungkook disimuladamente. No podía negar que el mocoso se veía muy atractivo con ese traje azul. Seokjin pensaba que realmente era muy lindo, y tenía la ventaja de ser joven y verse adorable. Él en cambio ya era más mayor y sentía que había perdido el encanto de la juventud, creía por tanto que fácilmente Jungkook podría desplazarlo del lugar que hoy ocupaba entre los idols coreanos.

Namjoon los esperaba en la entrada de la agencia, listo para la gran presentación. También Taehyung y Jimin, que le dieron un cálido abrazo de bienvenida.

—Jungkook, hoy será un gran día para ti —dijo Namjoon —vamos a presentarte como nuestro artista. No quiero que estés nervioso, las preguntas difíciles sobre la salida de SM y lo demás déjamelas a mí, ¿está bien?

—Está bien Namjoon-hyung, igual estoy nervioso, hace rato que no me enfrento a una cámara o a la prensa. Sé que harán muchas preguntas, pero si usted me ayuda, saldrá todo bien.

Viviendo Con Mi EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora