CAPITULO 85

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Faye y Yoko con la misma luz dorada del atardecer, Faye sostenía la mano de Yoko mientras la doctora Gómez se preparaba para el nacimiento de su hija. La tensión en la habitación era palpable, pero también había una serenidad reconfortante, una calma antes de la tormenta de emociones que estaba a punto de desatarse.

Yoko, aunque fatigada, sonreía con una mezcla de nerviosismo y anticipación. Sabía que estaba a punto de conocer a la pequeña Milk, la hija que ella y Faye habían soñado tener juntas.

Yoko - (Con voz suave, mirando a Faye) Ya casi está aquí, Amor. Vamos a conocer a nuestra hija.

Faye - (Con una sonrisa cálida, apretando la mano de Yoko) Estoy contigo, cariño. Todo va a estar bien. Milk está a punto de llenar nuestras vidas de luz.

La doctora Gómez trabajaba de manera impecable, y al igual que en la otra habitación, el tiempo pareció detenerse por un instante. Entonces, como un eco divino, el llanto de una bebé rompió el silencio, llenando la habitación con una melodía que Faye y Yoko nunca olvidarían. Era el llanto de Milk, su hija.

Doctora Gómez - (Con una sonrisa cálida, sosteniendo a la bebé) Aquí está Milk, tan fuerte y tan hermosa como ustedes dos. Está completamente sana.

Cuando la pequeña Milk fue colocada en los brazos de Yoko, un torrente de emociones la invadió. El contacto con su piel suave, el calor de su cuerpo diminuto, todo le pareció un milagro. Faye se inclinó hacia su hija, con lágrimas en los ojos, y besó su cabecita.

Faye - (Con la voz quebrada por la emoción) Hola, mi vida... soy tu mamá Faye. Bienvenida a nuestras vidas, pequeña.

Yoko, con lágrimas corriendo por sus mejillas, apenas podía hablar. Miraba a su hija con una mezcla de asombro y amor puro.

Yoko - (Con la voz entrecortada) Hola, mi niña... soy tu mamá Yoko. Te amamos más de lo que puedas imaginar.

Milk, al igual que Fay, parecía sentir el amor que la rodeaba. Su pequeño cuerpo se acomodó en el regazo de Yoko mientras Faye acariciaba suavemente sus diminutos pies. Era un momento perfecto, donde el amor se sentía casi tangible, como si llenara cada rincón de la habitación.

Minutos más tarde....

Las dos parejas, cada una con su bebé en brazos, se encontraron en la sala principal de la mansión. La luz del atardecer bañaba la habitación, dándole un toque dorado y mágico a todo. Era como si el propio cielo quisiera celebrar el nacimiento de Fay y Milk.

Freen y Becky, con Fay en brazos, se acercaron a Faye y Yoko, quienes sostenían a Milk. Los cuatro se miraron durante unos segundos, sin decir nada. Las palabras eran innecesarias. El amor que compartían era más que evidente.

Freen - (Sonriendo a Faye y Yoko) Nuestras hijas están aquí. Esto es lo más hermoso que he vivido.

Faye - (Asintiendo, con lágrimas en los ojos) No puedo creer que este momento sea real. Es perfecto.

Las dos bebés, Fay y Milk, dormían plácidamente en los brazos de sus madres, ajenas a todo lo que sucedía a su alrededor. Pero las miradas de amor, de gratitud, de conexión entre las cuatro mujeres, eran inquebrantables.

Al día siguiente....
La mansión amaneció en un aura de serenidad y alegría, iluminada por los primeros rayos de sol que se colaban a través de las ventanas. Era un nuevo día que prometía estar lleno de momentos preciosos, ya que Fay y Milk estaban por primera vez en el mundo fuera del vientre de sus madres, listas para conocer a todos los que las esperaban con tanto amor.

AMOR ENTRE BALAS Y NARCOTRAFICO FREENBECKY Y FAYE&YOKO G'ip II TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora