CAPITULO 77

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Días después - En el hospital
El ambiente en la habitación de Faye ha cambiado drásticamente desde el día en que despertó. Aunque su recuperación está en curso, el ambiente es ahora de optimismo y ternura. Las flores y tarjetas de felicitación llenan la habitación, un testimonio de la cantidad de amor y apoyo que ha recibido. La luz de la tarde entra a raudales por la ventana, dando un resplandor cálido a la estancia.

Yoko está sentada al lado de la cama de Faye, sosteniendo su mano con ternura. La paz que emana del momento es palpable, pero también hay un sentimiento de profunda emoción y anhelo que parece flotar en el aire.

Faye - (Mirando a Yoko con ojos llenos de emoción). Yoko... Hay algo que necesito decirte.

Yoko se inclina más cerca, dándose cuenta de la seriedad en el tono de Faye. Sus dedos se entrelazan con los de su amada, sintiendo el pulso débil pero constante.

Yoko - (Con voz suave y preocupada). Dime, cariño. Estoy aquí para ti.

Faye - (Susurrando con esfuerzo). Lo siento... por todo. Por todo lo que dije y cómo te hice sentir. No tenía idea del dolor que causaba.

Las palabras de Faye son un susurro, pero cargadas de una sinceridad que atraviesa el corazón de Yoko. La emoción se hace más fuerte, y las lágrimas comienzan a formarse en los ojos de Yoko.

Yoko - (Con voz quebrada). No tienes que pedir perdón, mi amor. Yo también cometí errores. Lo importante es que estamos aquí ahora, juntos, y que podemos volver a empezar.

Faye - (Sonriendo débilmente, con los ojos brillando). Quiero que volvamos a ser como antes... Tener una relación estable y hermosa, como la que solíamos tener.

Yoko - (Acariciando el rostro de Faye). Sí, Faye. Quiero eso también. Y más aún, quiero construir una vida juntos, para nosotros y para nuestra hija.

La mención de su hija hace que una mezcla de felicidad y melancolía se apodere de Faye. La mirada de amor en los ojos de Yoko y el pensamiento de su hija la llenan de esperanza. Faye mueve un poco su cuerpo con esfuerzo, preparándose para hablarle a su hija que aún está en su vientre.

Faye - (Mirando con ternura su vientre). Hola, pequeña... Mamá está aquí. Te amo con todo mi corazón, y no puedo esperar para conocerte. Espero que sientas el amor de mamá y de Yoko. Estamos esperando tu llegada con todo el amor del mundo.

Yoko observa con el corazón encogido mientras Faye habla con su hija. La escena es profundamente emotiva, y la conexión entre madre e hija se siente palpable. Yoko se recuesta bien en su camilla, observando cómo Faye le habla a su hija con una dulzura indescriptible.

Yoko - (Con lágrimas en los ojos, susurrando). Faye, te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Prometo estar contigo y con nuestra hija, siempre.

Faye - (Sonriendo con amor). Gracias, Yoko. Y quiero que sepas que no tienes nada que perdonarme. Lo único que importa es nuestra familia.

Las palabras de Faye son un bálsamo para el alma de Yoko. Ambas se inclinan una hacia la otra, compartiendo un beso suave y tierno. A pesar de la debilidad de Faye, el gesto está lleno de un profundo amor y reconciliación.

Yoko - (Acariciando la mejilla de Faye, con voz temblorosa). Perdóname tú a mí también por las palabras que dije aquella noche. Me dolió mucho cómo nos separamos, pero lo único que deseaba era que volviéramos a estar juntas.

Faye toma la mano de Yoko, levantándola con un gesto lleno de amor. La besa con ternura, y sus palabras son un susurro lleno de emoción.

Faye - (Susurrando). No tienes que pedir perdón, Yoko. Te amo, y lo único que me importa es nuestra hija y nuestro amor. Nada más tiene importancia.

Las dos se besan lentamente, cuidando de no lastimar a Faye. El contacto es delicado, pero lleno de una pasión y una ternura que demuestran el profundo amor que sienten la una por la otra.

Un rato después....
Faye
Está preocupada por no poder estar tan activa como quisiera, especialmente para ver cómo está Becky y cómo se siente su sobrina. Ella sabe que su estado físico aún no le permite moverse mucho, pero su deseo de ver a sus seres queridos la llena de determinación.

Faye - (Con una mirada ansiosa). Yoko, por favor... ¿Podrías decirle a mis hermanas y a mis cuñadas que quiero verlas? Me gustaría ver cómo está Becky con la bebé y decirles que estoy bien.

Yoko - (Asintiendo con comprensión). Por supuesto, Faye. Te lo prometo.

Yoko se levanta, con un nudo en la garganta por la emoción. Sale de la habitación con una determinación firme para reunir a los seres queridos de Faye. El pasillo del hospital parece más largo de lo que realmente es, pero Yoko lo atraviesa con un propósito claro.

Llama a Freen, Nam, Look, Becky, Irin y Anda. Les explica la situación, y la alegría y la emoción se reflejan en sus rostros mientras se preparan para ver a Faye.

Un momento después - Habitación de Faye
La puerta de la habitación se abre, y Freen, Nam, Look, Becky, Irin y Anda entran con sonrisas brillantes y lágrimas de felicidad en los ojos. La emoción de ver a Faye despierta y consciente llena la habitación. Becky lleva a su hija en brazos, su rostro iluminado por una mezcla de alegría y alivio.

Becky - (Con voz emocionada). ¡Faye! ¡No puedo creer que estés despierta y bien!

Faye - (Con una sonrisa débil, mirando a Becky). Becky... ¡Qué hermoso se ve tu bebé!

Becky se acerca a la cama, colocando a la pequeña en los brazos de Faye con un cuidado tierno. Las lágrimas caen libremente mientras Faye mira a su hija, su rostro lleno de amor y orgullo.

Freen - (Tomando la mano de Yoko). Estamos tan felices de verte bien, Faye.

Nam - (Sonriendo y abrazando a Yoko). Te echamos mucho de menos.

Anda - (Con lágrimas en los ojos). Lo importante es que estás aquí con nosotros, Faye.

Irin - (Mirando a Faye con ternura). No sabes cuánto te extrañamos.

Yoko, aunque con el corazón lleno de emociones, no suelta la mano de Faye. Está cerca de ella, sintiendo cada latido de su amor y cada expresión de su preocupación. Observa la escena con una mezcla de gratitud y felicidad, sintiendo el profundo lazo de amor que une a todos en la habitación.

Faye - (Con voz quebrada, pero llena de amor). Gracias a todos por estar aquí. No podría pedir una familia más maravillosa.

La habitación está llena de risas suaves y sollozos de alegría mientras todos se reúnen en torno a Faye. Las conversaciones se mezclan con el sonido del llanto feliz de la bebé, y la sala se llena con el calor de la familia y el amor compartido.

Yoko, aún sosteniendo la mano de Faye, mira a su amada con una expresión de profundo amor y compromiso. Aunque la recuperación será un proceso largo, este momento es una celebración de la fuerza, el amor y la esperanza que las une a todas.

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AMOR ENTRE BALAS Y NARCOTRAFICO FREENBECKY Y FAYE&YOKO G'ip II TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora