AMOR ENTRE BALAS Y NARCOTRAFICO FREENBECKY Y FAYE&YOKO G'ip II TEMPORADA

CAPITULO 109

Tres Días Después....

El Caos Maravilloso de Ser Madres
El sol brillaba con fuerza, bañando los jardines de la mansión en una luz cálida y acogedora. El canto de los pájaros y el suave susurro del viento entre los árboles creaban una atmósfera tranquila, casi mágica. Era una tarde perfecta para disfrutar en familia.

En el centro del amplio jardín, Freen y Faye estaban completamente inmersas en el juego con sus hijas, Fay y Milk, quienes corrían por todos lados, riendo y gritando, completamente ajenas al paso del tiempo.

Freen trataba de alcanzar a Fay, quien con apenas cinco años demostraba una agilidad sorprendente. La pequeña corría sin parar, sus risitas infantiles resonando por todo el jardín. Freen hacía lo posible por atraparla, pero cada vez que estaba cerca, Fay daba un giro inesperado o aceleraba, escapando nuevamente.

Freen (con una sonrisa agotada): "¡Fay! ¿De dónde sacas tanta energía?"

Fay (riendo): "¡Mami a jugal!"

Faye, por otro lado, estaba con Milk, quien se escondía detrás de los arbustos y luego salía corriendo en dirección contraria, haciendo que Faye tuviera que cambiar de rumbo constantemente. A pesar del caos, las risas de ambas se mezclaban con la brisa, creando un ambiente de pura felicidad.

Faye (fingiendo estar exhausta): "¡Oh no! Creo que ya no puedo más, Milk. ¡Me has vencido!"

Milk (saltando de alegría): "¡Mami, gané!"

Freen y Faye compartieron una mirada, entre risas, sabiendo que a pesar del agotamiento físico, esos momentos eran los que atesoraban con más cariño. Nada las hacía más felices que ver a sus hijas tan llenas de vida.

Freen (sintiéndose desbordada de amor): "Nunca pensé que perseguir a dos niñas tan pequeñas me haría sentir tan feliz."

Faye (sonriendo): "Es increíble, ¿verdad? Aunque a veces son una locura, no cambiaría esto por nada."

Richie....
No muy lejos de allí, Richie estaba en la terraza, observando a sus hermanas y sobrinas jugar. Aunque sonreía al ver la alegría que irradiaba su familia, su mente estaba en otra parte. Desde hace unos días, algo había estado molestándolo, algo que no podía compartir con nadie.

De repente, sintió una vibración en su bolsillo. Al principio, no le dio importancia, pensando que podría ser un mensaje sin importancia, pero al sacar el teléfono y ver la pantalla, su corazón dio un vuelco.

El mensaje no tenía remitente.

"A veces, el pasado vuelve cuando menos lo esperas. Te estamos observando."

Richie sintió un escalofrío recorrer su espalda. Miró a su alrededor, intentando encontrar algún indicio de que alguien estuviera cerca, pero no vio nada fuera de lo común. El aire estaba quieto y la tarde avanzaba sin prisa. Todo parecía normal, pero el mensaje lo perturbó profundamente.

Guardó el teléfono rápidamente, sabiendo que no podía compartir esto con nadie en ese momento. No quería preocupar a su familia, especialmente cuando todos estaban tan felices. Tenía que manejarlo solo, al menos hasta descubrir de qué se trataba.

Richie (pensando): "¿Quién podría estar enviándome estos mensajes? Esto no puede ser una coincidencia... pero no puedo alarmar a todos. Primero tengo que averiguar qué está pasando."

Con la mente acelerada y una sensación creciente de inquietud, Richie decidió dejar el asunto de lado por el momento y regresar con su familia, dispuesto a disfrutar el resto del día como si nada hubiera pasado. Pero en el fondo, una sombra nueva había comenzado a crecer en su mente.