6: JUNGKOOK

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Estaba acostumbrado a levantarme por la mañana con techos desconocidos, pero este me pertenecía. Parpadeé y me froté los ojos, y recordé dónde estaba. Nuevo hogar. Mudado. Casado.

Hojeé las cajas de cartón de la mudanza hasta que encontré mi bolsa de entrenamiento, y me vestí con mi atuendo deportivo habitual, sobre el cual me puse mi túnica de batalla bordado en el cuello estaban las insignias de Artes De Lucha y de la Academia Dawn, pasé el dedo a lo largo de la costura. Después de lavarme en el baño, salí afuera a cocinar algo para llevar a la escuela para el almuerzo, y me topé con Seokjin, que también iba a la cocina.

—Buenos días —murmuró.

—Buenos días —murmuré, y ambos fuimos a la cocina y comenzamos a buscar torpemente, tratando de mantenernos fuera del camino del otro. Su cabello estaba despeinado y llevaba una camiseta de gran tamaño y un par de boxers. Sabía que no había razón para sentirme así, después de todo, solo era Seokjin, pero me sentía extrañamente íntimo al verlo así.

Es solo Seokjin. El chico que conoces desde hace años, el chico con el que has peleado docenas de veces, y entrenado todos los días. El chico que no te gusta mucho.

Entonces, ¿por qué las cosas se sentían... diferentes?

Vi como Seokjin sacaba un paquete de pollo crudo y lo miraba como si fuera la cosa más rara que había visto en su vida. Sacó la sartén y la puso en la cocina, y luego miró impotente el pollo.

—¿Sabes lo que estás haciendo con esa cosa? —pregunté.

—Lo sé —dijo bruscamente. Después de unos momentos, bajó la cabeza tímidamente y murmuró—. No sé lo que estoy haciendo.

—¿Qué tal esto? Yo haré nuestras comidas, y tú puedes mirar hasta que aprendas cómo se cocina todo.

Lo consideró y luego asintió. —Bien.

Maldita sea. Podía ser agradable después de todo. Comencé con la comida, y él se quedó a mi lado y me observó cocinar.

—¿Crees que ya se habrá corrido la voz? —preguntó—.Sobre nuestro matrimonio, quiero decir.

—Si no es así, no tardara mucho —dije—. Algo como esto va a saberse rápido. ¿Sabes qué debemos hacer? Ir al colegio por separado.

—Estaba pensando lo mismo.

—Me imagino que cuanto más tiempo podamos mantener esto para nosotros, mejor. Cuanta menos mierda tenga que soportar, mejor...

Seokjin sonrió de lado. —¿Tanto te va a molestar?

—Cualquier mierda que tu tengas que soportar, para mi va a ser diez veces peor, ¿lo entiendes?

—Puedo lidiar con eso. Pero sé que idiotas como Martin Bellock no lo dejarán pasar. Vamos es el tipo de persona que aprovechará cualquier debilidad que tengas para conseguir ventaja.

—Cierto. Sin embargo, es mejor enfrentar tus debilidades en lugar de evitarlas.

Sonreí. —No hay nada malo con un poco de estrategia para suavizar los golpes —Saqué el pollo de la sartén y lo puse en un plato. Seokjin buscó en los cajones y armarios hasta que encontró dos recipientes que podríamos usar para guardar nuestros almuerzos, y separé el pollo en ellos con las verduras sobrantes.

—Entonces, ¿estamos de acuerdo? Vamos por separado, volvemos por separado y no hablamos.

Seokjin se encogió de hombros. —Por supuesto. Nada ha cambiado. No es como si nosotros hablásemos antes.

—¿Por qué es eso, de todos modos? —pregunté—. Sabes, podrías tener algunos amigos si no siempre fueras tan frío. No hace daño hablar con la gente.

Manada Jeon. Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora