𝕄𝕖𝕟𝕥𝕚𝕤 ℙ𝕠𝕥𝕖𝕤𝕥𝕒𝕤

𝐒𝐢𝐧𝐨𝐩𝐬𝐢𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨

Como seres conscientes tenemos la capacidad de atravesar por procesos mentales, voluntarios o no, mediante las cuales desarrollamos ideas acerca del entorno, los demás o nosotros mismos. Esto hace alusión al pensamiento.

Más allá del raciocinio que nos permite actuar de una forma "civilizada", el pensamiento desempeña un papel fundamental en la existencia del ser humano. Así como respirar o pestañear, es algo que hacemos consecutivamente de manera involuntaria; sin embargo, la respiración nos permite fabricar la energía que necesitamos para vivir y el parpadeo protege nuestros ojos, entonces, ¿cómo nos beneficia un pensamiento?Nuestro modo de pensar modifica nuestra personalidad y lo que sentimos. Influye directamente en el comportamiento y las actitudes en nuestra vida cotidiana. No siempre son ideales estos pensamientos y son el móvil para desarrollar trastornos mentales, la mayoría de veces.

La sociedad es un baile de máscaras, fingimos danzar con naturalidad y confianza y compartimos nuestro tiempo con mentes disfrazadas, incluyendo la nuestra. Nos mostramos seguros en este festín de caníbales para evitar ser comidos e ignoramos al cavilo que inunda nuestra cabeza, hasta que, como todo aluvión, termina arrasando con todo a su paso. Últimamente, estos pensamientos intrusivos son quienes controlan mi existencia, haciéndome andar errante por mi infortunado destino. Observo al mundo que a mi alrededor se desploma, mientras me cuestiono si explotar de ese modo es solo cuestión de tiempo. Aprendí a correr fuerte cuando algo me asusta y terminé huyendo del mundo exterior, pues me aterra. Y tumbada en mi cama, en total tranquilidad, con solo el sonido de la música en mis auriculares, empiezo a cavilar nuevamente. Podría quedarme así para siempre. Solo observando el tejado. Inmersa en paz y poesía. Sin que nada duela, sin que nada me dañe; inmóvil, con solo suspiros que rasguñan las paredes pidiendo un milagro. Me gustaría permanecer para siempre en este instante y estoy segura de que de hacerlo nadie sufriría. Una muerte sin funeral ni luto, así sería, como existir sin vivir. En la negrura de mis ideas termino encontrando un momento de lucidez, que me ayuda a entender que la vida es más que eso. Aunque no estoy totalmente de acuerdo, tengo algunas razones que me impiden rendirme. Entonces comprendo que la sinopsis de mis pensamientos siempre oscila en el mismo debate: No muero por no dañar a otros y vivo haciéndome daño a mí. Tan simple y egoísta que suena y tan justo e inalcanzable para quien lo siente. Dando ánimos desde nuestra graciosa hipocresía y trotando a nuestro paso por miedo a caer, dando sonrisas falsas de admiración a quien de su suerte presume y desmeritando nuestras diminutas hazañas. No somos gran cosa, nadie lo es. Desde los ojos correctos somos el universo mismo y desde el espejo solo damos cara a la deshonra. Otro día pasará y los deseos de que no llegue siempre aparecen, pero, ¿y si ese día era tu oportunidad? ¿Si ese era el día en que pudiste brillar? Algunas veces esa ocasión ya no importa, creemos que lo que sufrimos no nos permite relumbrar. Y aunque muchos de nosotros morimos hace algún tiempo, mientras nuestro corazón lata, convirtámonos en zombis. Vamos a jactarnos de buenas energías, vamos a nutrirnos de conocimientos y descansemos sobre el amor. Solo así podremos volver a ser humanos, humanos que piensen y actúen por su bienestar antes que el de otros. Humanos independientes que no necesitemos de otros para tenernos fe. Humanos maravillosos que renacen desde el alma como la flor más hermosa y dan vida a esa recámara que antes nos consumía.

"La vida es breve, pero la muerte es eterna"

                                                                 - La novia cadáver.