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Izana estaba de pie frente a una mesa de reuniones, revisando unos documentos con una expresión seria. A su alrededor, varios miembros de la organización esperaban instrucciones. Mikey se encontraba a su lado, sentado de manera despreocupada en una silla, balanceando una pierna sobre la otra, con una ligera sonrisa en los labios, como si todo lo que ocurría no le importara en lo más mínimo.

"Tenemos que ajustar la operación en el distrito sur," dijo Izana con tono firme, sin apartar la vista de los papeles. "Los ingresos no son los esperados, y los rivales están ganando terreno."

Mikey soltó un bostezo exagerado, estirándose como si la reunión fuera la cosa más aburrida del mundo. "Ya lo dijiste, Izana. Vamos a ajustar, pero no tienes que ser tan aburrido al respecto." Su tono tenía ese toque juguetón que sabía que irritaba a Izana.

Izana lo miró de reojo, claramente molesto, pero manteniendo el control. "No estamos aquí para jugar, Mikey. Esto es serio. Si no tomamos decisiones inteligentes, podríamos perder nuestra influencia."

Mikey giró la cabeza para mirarlo, con una sonrisa lenta y peligrosa. "¿Decisiones inteligentes? ¿O simplemente quieres que hagamos todo a tu manera, como siempre?"

Los miembros alrededor intercambiaron miradas tensas, sabiendo que era común que los líderes discutieran, pero nunca dejaba de incomodarles.

Izana dio un paso hacia Mikey, apoyando las manos sobre la mesa frente a él, inclinándose ligeramente. "Quiero que hagamos lo que nos mantendrá en el poder," dijo con voz baja y controlada. "Y si eso significa que tienes que dejar de coquetear con cada idea tonta que se te ocurra, entonces sí, harás las cosas a mi manera."

Mikey se encogió de hombros, con una sonrisa maliciosa. "Sabes que te encanta cuando me salgo del plan. Siempre terminamos mejor de lo que esperabas." Se inclinó hacia atrás, mirando directamente a Izana con un brillo en los ojos. "¿O es que te da miedo que pueda tener razón esta vez?"

Izana entrecerró los ojos. "Esto no es una competencia, Mikey."

"Todo es una competencia, Izana," respondió Mikey, enderezándose en su silla. "Incluso esto."

Por un segundo, el ambiente se tensó, como si algo estuviera a punto de estallar. Pero Izana se controló, tomando aire profundamente antes de apartar la mirada.

"Bien," dijo finalmente. "Haz lo que creas necesario, pero si algo sale mal, no pienses que no voy a recordártelo."

Mikey se puso de pie de un salto, con una sonrisa satisfecha. "Sabía que cederías. No te preocupes, Izana, siempre estoy un paso adelante." Se inclinó brevemente hacia él, susurrando lo suficientemente bajo para que solo Izana lo oyera. "Aunque me gusta verte tan serio. Te pone... tenso."

Izana apretó la mandíbula, tratando de no caer en el juego de Mikey frente a los demás, pero su voz sonó fría cuando respondió. "Termina el trabajo, Mikey. Luego hablaremos de lo demás."

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drabbles de Izakey Donde viven las historias. Descúbrelo ahora