En el apartamento de Mikey. La cena ha comenzado, y la mesa está elegantemente puesta con platos y copas. La luz de las velas crea un ambiente acogedor y romántico, pero el clima emocional es tenso. Mikey y Izana están sentados a la mesa, pero la conversación no fluye como de costumbre.Izana está centrado en la comida, aparentemente disfrutando de la velada, mientras Mikey lo observa con una expresión que mezcla frustración y celos. El silencio entre ellos es palpable, y la tensión se puede cortar con un cuchillo.
Finalmente, Mikey decide romper el silencio. “¿Así que hoy te fue bien con Kakucho?” pregunta, tratando de sonar casual pero con un tono claramente cargado de celos.
Izana levanta la vista de su plato, notando la actitud de Mikey. “Sí, estuvo bien. Solo hablamos de cosas viejas y pusimos al día nuestras vidas. ¿Por qué lo preguntas?”
Mikey se inclina hacia adelante, su voz temblando ligeramente con la frustración. “Solo me preguntaba qué tanto significan esas ‘cosas viejas’ para ti. ¿Es él tan importante para ti como yo?”
Izana frunce el ceño, sorprendido por la pregunta. “¿A qué te refieres? Kakucho es un amigo de toda la vida, pero no tiene nada que ver con nosotros.”
Mikey deja su tenedor con un golpe en la mesa, su expresión volviéndose más seria. “No es solo un amigo. Lo conoces desde hace años, y he notado cómo te pones cuando está cerca. ¿Qué pasa con él que parece ser tan especial?”
Izana lo mira con incomodidad, notando la inseguridad en la voz de Mikey. “¿En serio estás celoso de Kakucho? Solo es un amigo, Mikey. Nada más.”
Mikey se pone de pie, su frustración ahora evidente. “No se trata solo de ser celoso. Es como si él tuviera una parte de ti que yo no tengo. Me haces sentir como si no pudiera competir con alguien que ha sido parte de tu vida desde siempre.”
Izana se levanta también, tratando de mantener la calma pero con el rostro marcado por la sorpresa y el desdén. “Mikey, esto es ridículo. Kakucho es una parte importante de mi pasado, pero eso no significa que no te quiera a ti. No tienes nada que temer.”
Mikey se aproxima a Izana, su mirada fija en él con intensidad. “¿De verdad? Porque a veces me siento como si fuera solo una segunda opción. Como si Kakucho tuviera un lugar especial que yo nunca podría ocupar.”
Izana se acerca a Mikey, tomando su brazo con un gesto que mezcla irritación y ternura. “Escucha, solo porque Kakucho sea un amigo cercano no significa que te ame menos. Si te sientes inseguro, es algo que tenemos que hablar y resolver, pero no puedes simplemente hacerme sentir culpable por tener una historia y relaciones pasadas.”
Mikey se quita el brazo de Izana, su expresión mezclando dolor y desafío. “No quiero hacerte sentir culpable. Solo quiero sentirme seguro en nuestra relación. Y cuando veo cómo te relacionas con Kakucho, no puedo evitar sentir que hay algo que me falta.”
Izana suspira profundamente, intentando calmarse. “Entiendo que te sientas inseguro, pero eso no significa que debas dudar de lo que tenemos. Yo estoy aquí contigo ahora, y eso es lo que importa. Kakucho es parte de mi vida, pero no cambia lo que siento por ti.”
Mikey baja la mirada, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. “Solo necesito saber que soy importante para ti, que no soy solo una opción más.”
Izana se acerca a Mikey, envolviéndolo en un abrazo reconfortante. “Eres más que importante para mí. Eres mi presente y mi futuro. Kakucho es parte de mi pasado, pero tú eres con quien estoy construyendo mi vida.”
Mikey se acurruca en el abrazo de Izana, sintiendo el consuelo en sus palabras. “Lo entiendo. Solo necesitaba escuchar eso.”
Izana lo abraza más fuerte, acariciando su espalda en un gesto de apoyo. “Siempre voy a estar aquí para ti. No dejes que las inseguridades te hagan dudar de lo que tenemos.”
La cena, aunque comenzó con una tensión significativa, se convierte en un momento de reconexión y comprensión. La sinceridad de Izana ayuda a calmar las inquietudes de Mikey, permitiéndoles reafirmar su compromiso y afecto mutuo.
---
