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— Carre...

Se estaba agobiando. Estaba algo mareado y la música resonaba sin parar en su cabeza. ¿Alguien le estaba hablando?

— Carre, ¿todo bien?

Tardó en darse cuenta de que tenía al mismísimo Spreen delante de él, no se había fijado en qué momento había llegado. Tampoco vio a Nicki por los alrededores, cosa que le sorprendió y le alivió a partes iguales.

Estaba muy desorientado, el alcohol y la sensación de angustia en su pecho no eran una buena combinación, pero dijo lo primero que pasó por su cabeza, la respuesta más fácil.

— Sí, amigo, todo bien.

Rodrigo seguía bailando, ignorando la presencia de Spreen junto a él. Iván observó un rato a su amigo hasta darse cuenta de los brillantes restos de lágrimas que cubrían sus mejillas. Definitivamente, algo no iba bien.

— Carre, estás llorando, no estás bien. ¿Qué pasa?

Spreen se acercó a su oído para que no le escucharan los demás y para que Carrera le hiciera algo más de caso. Rodrigo no recordaba cuándo habían salido esas lágrimas de las que hablaba su amigo.

— Nada, en serio, está todo bien.

Su voz sonaba amable pero cansada, sin duda bajo los efectos del alcohol, su cuerpo seguía moviéndose al ritmo de la música. En sus labios se distinguía una sonrisa, pero su mirada se mantenía esquiva, evitando a toda costa encontrarse con la de su amigo.

Spreen lo agarró del brazo y lo llevó consigo hacia la primera puerta que encontró, cerca de la barra, detrás de la mesa de mezclas del DJ. Al atravesarla, se encontraron con la extraña habitación llena de aparatos tecnológicos que habían descubierto mientras grabaron el vlog de la casa. Seguían sin saber para qué servía exactamente.

Carrera avanzó quedándose ante la mesa blanca repleta de ordenadores, apoyando sus palmas sobre ella y dándole la espalda a su amigo.

— Carre, contame. No... No me gusta verte así. No parecés vos, ¿qué sucede?

Rodrigo se giró lentamente y se apoyó en la mesa, derrotado. Spreen se veía serio, realmente preocupado. Qué tierno.

Sin luces ni música a su alrededor, Carrera era más consciente de la situación en la que estaba. Intentó ordenar sus pensamientos y, tras un suspiro, comenzó a hablar.

— Qué querés que te diga, Iván. No podés cambiar nada. Estoy en una joda rodeado de gente increíble, todos tienen a alguien con quien pasarla piola y yo... Yo me siento fuera de lugar.

Rodrigo miró al suelo, sintiéndose algo culpable. No le estaba mintiendo, pero estaba ocultando gran parte de la verdad. Spreen se sentó a su lado.

— ¿Es eso? Carre, ya hemos hablado muchas veces de lo capo que sos y de lo mucho que te merecés estar acá. Nadie te regaló nada, empezaste de abajo como todos y mirá hasta donde llegaste — Spreen hizo una pausa, vacilante —. Siento si últimamente he estado más... alejado. Es cierto que he estado más con Nicki y no he estado tanto con vos como otras veces, pero sabés que me tenés para lo que sea.

Carrera se tensó, Spreen había dado en el clavo. Al parecer, también era consciente de su escaso interés por él durante este último año. Tal vez había notado esa falta de atención por su parte y se sentía culpable, Carre no pudo morderse la lengua.

*°• ʟᴀ ᴄᴀꜱᴀ ᴍᴀᴅʀɪᴅ •°* ~ {Rodrivan} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora