24[𝐓𝐄𝐄𝐓𝐇]

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De repente, habían pasado tres meses. ¿¡Tres meses!? Es demasiado tiempo, ¿no creen? Seguro se preguntan qué sucedió en esos tres meses... Pues bien, Jennie y Kai nunca fueron realmente una pareja. Al final, el chico no tenía intenciones serias. Solo la quería para un romance de verano, una aventura pasajera. Jennie, cansada de la confusión, se lo contó todo a Lisa, quien, para sorpresa de muchos, se alegró con la noticia.

Lisa amaba a Jennie, sí, pero había llegado el momento en que Lisa debía valorarse. Estaba agotada de siempre estar detrás de ella, como una sombra que la seguía a todas partes: "Jennie esto, Jennie lo otro", pensaba Lisa, con una mezcla de frustración y alivio. ¿Cuánto tiempo había perdido por estar en ese ciclo constante? Perdió amigos, perdió oportunidades... Pero lo peor de todo fue haber perdido a alguien que estaba dispuesta a darlo todo por ella.

Esa persona era Rosé.

La diferencia entre Rosé y Jennie era clara como el día. Jennie, en su naturaleza egoísta, podría sacrificar el mundo entero si eso significaba salvarse a sí misma o a su comodidad. Incluso sacrificaría a Lisa en el proceso, sin dudarlo. En cambio, Rosé... Rosé haría lo contrario. Sacrificaría el mundo entero si eso significaba salvar a Lisa. Y Lisa, después de esos tres meses de reflexión, se dio cuenta de lo que realmente importaba.

Lo que ella necesitaba, lo que realmente importaba, estaba frente a ella todo el tiempo.

Pero ella lo dejo ir.

Rosé se había ido a Australia. Esta vez, para siempre. No hubo despedidas largas ni promesas rotas. Todo pasó tan rápido que Lisa apenas tuvo tiempo de procesarlo. Una mañana estaba ahí, y al siguiente, el océano las separaba, y con eso, el cierre de cualquier posibilidad de reconciliación. La distancia no era solo física. No había llamadas, mensajes ni cartas. Era un silencio absoluto.

Ahora, Lisa estaba con Jennie. Sí, estaban juntas eran "¿Amigas?", pero Jennie ya no era la misma Jennie que Lisa había conocido, la que hacía que todo en su vida pareciera centrarse alrededor de ella. Y Lisa tampoco era la misma con Jennie. Había algo roto entre ellas, un espacio invisible que las distanciaba, aunque físicamente estuvieran a centímetros.

Lo peor de todo es que, en lo más profundo de sus corazones, ellas se amaban con una intensidad que parecía capaz de destruir todo lo que las rodeaba. Pero siempre había un "pero", un obstáculo que se interponía. ¿Por qué nunca podían estar juntas del todo? ¿Por qué siempre había algo que les impedía ser las mismas que antes? Cuando Lisa se preguntaba cuándo volverían a ser como antes, la respuesta era dolorosamente clara: nunca. Nunca volverían a ser las mismas.

Pero eso no significaba que todo estuviera perdido. No todo cambio es malo. Aunque las heridas fueran profundas y las cicatrices siempre recordaran lo que fue, el amor que compartían seguía vivo, persistente y terco. Sus lobos, esas partes salvajes y vulnerables de ellas, seguían atados el uno al otro. Seguían enamoradas, a pesar de todo.

En ellas, el amor permanecía, quizás no como el de antes, pero igual de fuerte. Un amor que, aunque transformado, seguía latiendo con la misma intensidad que siempre.

Jisoo y Chaewon, las amigas de Jennie, siempre estaban ahí para ella, igual que mis amigos para mí. Cada una tenía su propio grupo de apoyo, como si ambas estuvieran rodeadas de redes que intentaban sostenernos mientras todo lo demás se desmoronaba. 

Quizás, lo que realmente necesitamos Jennie y yo es tiempo. Tiempo para estar lejos la una de la otra. Tiempo para intentar recuperar esa amistad pura que teníamos antes de que nuestros corazones empezaran a latir de manera diferente, aunque, si soy honesta, creo que siempre lo hicieron, incluso antes de que nos diéramos cuenta.

『𝐓𝐃𝐀𝐇」 -Jenlisa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora