Cap.13:tengo el derecho de amar, no?

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Pov: Dámara

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Pov: Dámara

Un ruido tranquilizante se lograba escuchar en mi habitación, la verdad amaba tocar el violín, sentía que era liberador.

Por la ventana logro divisar una pequeña mancha roja a travez del gris claro del cielo, dejo el instrumento en la cama y me acerco para abrir el cristal.

Pocos segundos un petirrojo aterriza sobre mi mano, apunta algunas veces hacia su pequeña espalda donde una mochila se encontraba un poco abierta.

Camino un poco hacia mi escritorio donde dejo a mi avecilla mascota, retiro con suavidad la mochila hecha de cuero, y el no se opone.

Abro la mochila encontrando una carta, y mientras la voy abriendo, el ave frente mío se ve envuelto en una pequeña estela roja, y cuando esta termina de rodearlo se convierte en una criaturita.

Un pequeño y rojo dragón murciélago, el ultimo de su especie, gracias a mi.

Hace años en la liga, me tocó matar a toda su especie para probar ante mi madre y abuelo que soy digna del trono, pero al encontrarlo siendo solo un bebé me termine de quebrar.

Así que logre convencer a mi madre de quedármelo, y así me lo traje, con un poco de ayuda de un amigo, logre encogerlo y a la ves, transformarlo en un ave a su propia voluntad y mantenerlo en la mansión.

Ahora es una de mis mascotas, llamado Goliath.

Lo acaricio, mientras vuelvo a la carta, y empiezo a leer.

"Hey Dam!, Me alegra que estes bien, y en la Torre todo de apoco esta volviendo a la normalidad, y si, todos siguen vivos, y Dick ya nos explico como fue que tu familia se entero de "eso"

Resulta que fue en a través de unas cámaras ocultas, recuerdas que nos separamos en grupos? Pues el y Kor'y llegaron al salon de seguridad, donde nos vieron.

Y a través de una cámara en el antifaz de el fue que ellos se enteraron al hacer una revisión de seguridad, lo llamaron para preguntar sobre eso y hay lo confirmaron.

Y  pues es todo, o es lo que nos contó; y aunque la verdad no me gusta que estes castigada y mas por algo que fue mi culpa, me alegre de poder verte otras vez.

asi que no te preocupes, ahi estare en la noche ya que la verdad le tengo miedo a tus hermanos, pero confio en que los podras controlar y que yo podre salir vivo.

nos vemos Dámara, te amo.

lo admitia, pero solo en su mente, ya que nunca le diria en vos alta, el ultimo parrafo le encanto.

--maestra?!-- oh, cierto... Goliath me puede leer la mente, ya.

los problemas de los efectos de la magia no tan producia de Suren de hace años, pero era eso o pedirle a Raven que me haga el favor, y la verdad no queria introducir a los Titanes en estos asuntos que para mi, son personales.

--¡no me diga que se esta enamorando de ese inepto!-- grito el pequeño dragon, preocupado.

--que tiene que sea asi? tengo el derecho de amar a alguien no?-- le respondi con calma.

--pero ya tiene a su familia que la protege, sus amigos que la quieren y nosotros! sus mascotas! que la amamos mucho!

--pero tambien quiero que alguien me ame de forma romantica, tal como mi madre amo a mi padre, y de ese amor naci yo-- dije, releyendo la ultima parte de la carta una y otra ves.

el no tenia razon para mentir, razon para engañar, razon para inventar...

tenia miedo, si, despues de todo me enseñaron a nunca confiar en los demas, pero que tiene de malo abrir un poco el corazon, ya lo tube encerrado por mucho tiempo.

suspire, volvi a doblar la hoja y la guarde en el cajon de mi escritorio, agarre a Goliath y sali de mi habitacion para ir a las de mis hermanitos, despues de todo me dijeron que querian aprobechar para entrenar.

Cinco minutos después los estaba llevando como costal de cada uno a un lado, mientras se quejaban por levantarlos "tan" temprano.

—noooooo

—es muy temprano!

—dejen de quejarse, ustedes pidieron que los entrenara y eso es lo que voy a hacer— asegure

Habían pasado dos horas en total desde que empezamos con el entrenamiento, ambos estaban recuperando la respiración acostados en el suelo

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Habían pasado dos horas en total desde que empezamos con el entrenamiento, ambos estaban recuperando la respiración acostados en el suelo.

Me acerque hacia ellos y me senté al estilo indio cerca de ellos, con tal de hacer una pregunta.

—oigan, y porque razón querían entrenar?— pregunte, confundida, después de todo ellos nunca habían tenido ese tipo de iniciativa.

—para ser fuerte, y para protegerte de ese sucio alienígena— respondió con seguridad, yo me sorprendí, pero luego rei.

—bueno, me alegre que quieran ser fuertes, pero que me dirían si les digo que puede que ese alienígena me guste?—

—¡¿que?!— gritaron ambos

-jajajajaaaj

-jajajajaaaj

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Tus Ojos Color KriptonitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora