capítulo 41: luna de miel

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El primer día de la luna de miel de Sarah y Luke comenzó con un aire de magia y anticipación que envolvía cada momento. Tras semanas de preparativos meticulosos y emociones a flor de piel, el día de su llegada a su destino era el culminar de una historia que había comenzado con el primer encuentro en Oxford y había florecido en una profunda y verdadera conexión.

El sol estaba en su apogeo cuando llegaron a su destino, un elegante resort de lujo ubicado en una isla idílica del Mediterráneo. El lugar estaba rodeado de playas de arena blanca y aguas cristalinas, con vistas panorámicas que se extendían hasta el horizonte. La brisa marina y el aroma a sal y flores frescas llenaban el aire, creando una atmósfera que parecía hecha a medida para su luna de miel.

Sarah y Luke fueron recibidos con una cálida bienvenida por parte del personal del resort. Un grupo de músicos locales tocaba melodías suaves en un rincón decorado con flores y luces tenues, mientras una bandeja de cócteles tropicales y delicias locales les era ofrecida. La primera impresión del resort fue una combinación de lujo y tranquilidad, un contraste refrescante con la ajetreada vida que habían dejado atrás.

La suite en la que se alojarían era un verdadero paraíso. Al entrar, fueron recibidos por una vista panorámica de la playa desde el amplio balcón privado. El interior estaba decorado con tonos suaves y elegantes, con muebles cómodos y detalles románticos como pétalos de rosa esparcidos sobre la cama y una botella de champán esperando en una cubeta de hielo. Las grandes ventanas permitían que la luz del sol iluminara el espacio, creando un ambiente cálido y acogedor.

Luego de un breve descanso para disfrutar de su suite y de una copa de champán, Sarah y Luke decidieron explorar el resort. Salieron al balcón para respirar el aire fresco y admirar la vista del océano azul que se extendía ante ellos. El sol estaba comenzando a ponerse, pintando el cielo de tonos anaranjados y rosados que reflejaban en el agua, creando un espectáculo natural que parecía sacado de un sueño.

La primera actividad que habían planeado para su día era una cena en uno de los restaurantes gourmet del resort. El restaurante, ubicado frente a la playa, ofrecía una experiencia culinaria única con platos de la cocina mediterránea, elaborados con ingredientes frescos y locales. La mesa estaba dispuesta con velas y flores, y el sonido suave de las olas rompía en la orilla, creando un ambiente íntimo y romántico.

La cena comenzó con una selección de aperitivos exquisitos, seguidos de platos principales que incluían mariscos frescos y carnes tiernas. Sarah y Luke disfrutaron de la comida mientras conversaban y se reían, compartiendo historias y anécdotas que solo fortalecían su conexión. Cada plato estaba acompañado por una botella de vino local que complementaba perfectamente los sabores de la cena.

Después de la cena, decidieron dar un paseo por la playa. La luna llena iluminaba el camino, creando un sendero de plata sobre el agua. La suave arena bajo sus pies y el sonido relajante del mar añadieron una capa de serenidad a la noche. Se tomaron de la mano y caminaron lentamente, disfrutando de la tranquilidad y de la compañía del otro. Las estrellas brillaban en el cielo despejado, y el aire estaba impregnado del aroma salado del mar.

De regreso a su suite, encontraron una sorpresa especial: una bañera de hidromasaje al aire libre, con vistas a la playa y rodeada de velas y pétalos de rosa. Decidieron disfrutar de un baño relajante bajo el cielo estrellado. Se sumergieron en el agua tibia, conversando y riendo, mientras el burbujeo del hidromasaje añadía un toque de lujo a su experiencia.

El final de su primer día de luna de miel fue tan mágico como el comienzo. Se acomodaron en la cama, rodeados de la suave luz de las velas que aún brillaban en la habitación. Sarah y Luke se sintieron envueltos en una profunda felicidad y gratitud, sabiendo que estaban empezando una nueva etapa en su vida juntos.

Cada momento del día, desde el cálido recibimiento hasta la cena en la playa y el paseo bajo la luna, fue un reflejo del amor y la conexión que compartían. Su luna de miel no era solo una celebración de su matrimonio, sino el comienzo de un viaje lleno de promesas y aventuras por venir.

En esa primera noche, mientras se acurrucaban juntos en la cama, sabían que su amor era algo único y especial, y estaban listos para enfrentarlo todo juntos, comenzando con este capítulo romántico y espléndido de su vida.

Luke y SarahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora