Gemini retiró la corbata de su cuello, tirándola al asiento mientras exhalaba el aire, en busca de poder quitar una parte del estrés que se había acumulado el estrés del día. Era su cumpleaños, y aunque no esperaba un día de descanso para celebrar, tampoco esperaba todas las tareas pendientes que se le habían incrementado para ese día en particular.
Su lobo aullaba en agonía, después de estar presente en la cafetería del omega todos los días después de su cita, aquel día que más había anhelado ver al castaño no había podido lograrlo por el hecho que se encontró dirigiéndose en la empresa desde muy temprano. Tampoco esperaba el hecho de salir en punto de las ocho de la noche, exigiéndole al chófer que pisara el acelerador para tener la mínima oportunidad de ver al omega a pesar de la hora que se tratara.
Con su corbata y saco desprendidos, los primeros tres botones de la camisa blanca desabotonados y las mangas arremangadas hasta los codos, no esperó que el beta se estacionara cuando abrió la puerta y cruzó la calzada con paso apresurado, encontrándose de frente con el letrero de "cerrado" en la puerta, desanimándolo. Su lobo se revolvió en tristeza, lloriqueando por haber perdido la oportunidad de ver a su omega en aquel día; ni siquiera le gustaba su cumpleaños, pero sentía que habría algo diferente en ese año.
Tratando de ver el interior, solo observó la soledad del lugar y una pequeña luz que provenía del área del mostrador. Cerró los ojos, resignándose a que volvería al automóvil y consideró la idea de ir a visitar al omega en su departamento, pero ¿Con qué propósito lo visitaría? Teniendo que formar una excusa, no tuvo que pensarlo mucho cuando sintió alguien acercarse.
Como si su lobo lo hubiera llamado, Fourth se precipitó desde el almacén hasta la entrada con paso apresurado, pareciéndole adorable con su cabello particularmente esponjado aquel día y le pareció que tenía embarrada su mejilla con... ¿Glaseado? Se separó lo suficiente para que el omega abriera la puerta, quitándole el seguro antes de dejarlo pasar.
—Buenas noches, Fourth.—Saludó con una sonrisa tímida, entrando al local.
—Hola, GemGem.—Correspondió, cerrando la puerta. —Pensé que no vendrías hoy.
—Tuve mucho trabajo en la empresa, no hace mucho logré desocuparme. —Confesó, observando a su alrededor. —¿Estás solo?
Asintió, jugando con las mangas de su camisa. —Dunk no hace mucho que se fue, y traté de cerrar unos minutos antes para poder hacer algo.
—¿Hacer algo? Si estabas ocupado puedo irme, no quisiera quitarte de tu tiempo. —Se sintió mal por hurtar en la cafetería, haciendo el intento de irse, pero el castaño se posicionó delante suyo.
—¡No! De hecho, estaba haciendo algo para ti. —Con una mirada sonrojada, le señaló que lo siguiera.
Gemini se quedó pasmado antes de seguirlo, dirigiéndose hasta detrás del mostrador antes de que le pidiera que aguardara ahí. El alfa se removió ansioso ante la incertidumbre de lo que podía suceder, recargándose en la barra mientras esperaba que el omega saliera del almacén. Lo que no esperaba era verlo cruzar aquella puerta con un pequeño pastel entre sus manos, cuidando que la vela no se apagara mientras caminaba hasta posicionarse frente suyo y tender el postre frente a él.
—Recordé que me dijiste sobre tu cumpleaños, así que preparé este pastel para ti. —Sonrió, esperando que el alfa hablara.
Por el contrario, el peli morado no supo que contestar ni cómo reaccionar, mirando perplejo el pastel que reposaba delante suyo en espera de ser tomado. Con manos temblorosas, lo agarró pero temió tirarlo, por lo que lo dejó sobre la barra que disponía atrás y se giró al omega, aún con la expresión de asombro.
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coffee. - geminifourth
Fanfictiondonde Gemini, un alfa malhumorado y de semblante serio, se enamora del dueño de una cafetería, un omega risueño con un aroma atrayente y dulce para si, al comprar todos los días en el lugar, sin poder evitar detenerse con la intención de poder verlo...