Todavía seguía sorprendida de tener a Leon viviendo en mi casa, verlo vestido de traje, un mes después me dejo sin aliento. Pero quede algo angustiada con su trato, no sé si era mi imaginación, pero lo sentí más... cortante, más frio. Supongo que el contexto en el que nos volvimos a encontrar lo obliga a eso, pero me costaba pensar que me iba a tener que acostumbrar a eso.
Los días siguientes fueron una montaña rusa emocional, por lo menos para mí. Leon era el epítome de la profesionalidad, siempre alerta, siempre manteniendo una distancia respetuosa. Aunque no necesariamente estaba pegado a mi lado como en España, su presencia se sentía en cada rincón de la casa. Lo veía supervisando a los demás guardias, entrenando en el gimnasio, o simplemente caminando por los pasillos con esa aura de tranquilidad y determinación que tanto me atraía.
Cada vez que nos cruzábamos, mi corazón latía con fuerza. Intenté varias veces acercarme a él, iniciar una conversación más personal, pero siempre encontraba una excusa para evadirme o cambiar de tema. Era frustrante, pero también admirable. Leon era un hombre de honor, dedicado a su deber, y no iba a permitir que sus sentimientos interfirieran en su trabajo. Que engreída de mi parte... asumir que el siente cosas por mí.
Una mañana, mientras desayunaba en el comedor familiar, decidí intentarlo de nuevo. Puede ver que Leon estaba sentado en la sala principal, revisando unos informes. Asi que me acerque.
—Buenos días, Leon —dije, con una sonrisa.
—Buenos días, señorita Graham —respondió él, levantando la vista de sus papeles.
—Por favor, llámame Ashley —dije, sentándome frente a él—. ¿Cómo estás hoy?
—Bien, gracias —dijo él, con una sonrisa breve—. ¿Y tú?
—Bien también —respondí, intentando mantener la conversación fluida—. ¿Cómo va todo con el nuevo trabajo?
—Todo en orden —dijo él, volviendo a sus informes—. La seguridad de la Casa Blanca está en buenas manos.
Suspiré, desanimada. Era como hablar con una pared. Leon era amable, pero distante, manteniendo una barrera invisible entre nosotros.
Otra tarde, mientras paseaba por los jardines, lo vi entrenando en el gimnasio al aire libre. Estaba haciendo flexiones, su cuerpo musculoso moviéndose con una gracia y una fuerza que me hipnotizaban. Me acerqué a él, intentando no parecer demasiado obvia. Ja, como si ya no se hubiera dado cuenta de que te lo comes con la mirada.
—Hola, Leon —dije, con una sonrisa tímida.
Él se detuvo y se levantó, secándose el sudor de la frente con una toalla.
—Ashley —dijo, con un asomo de sorpresa en su voz—. ¿Qué te trae por aquí? ¿Está todo bien?
Ey, un avance, ya dejo esta tontería de "señoría Graham"
—Si! Todo en orden. Solo estaba dando un paseo —respondí, encogiéndome de hombros—. ¿Te molesta si te veo entrenar un rato? Ya está, adios dignidad....
—No, en absoluto —dijo él, con una sonrisa educada—. Pero no creo que sea muy interesante.
—A mí me parece interesante —dije, sentándome en un banco cercano—. Eres muy bueno.
Él se sonrojó ligeramente. ¿No me lo creo, el señor Kennedy sonrojándose?
—Gracias —dijo—. Es parte de mi trabajo mantenerme en forma.
Lo observé mientras continuaba con su rutina de ejercicios. Cada movimiento era preciso, controlado, lleno de una energía contenida que me hacía sentir un cosquilleo en el estómago.
—Leon —dije, finalmente, reuniendo el valor para hablar—... quería decirte que...
Pero él me interrumpió, levantándose de golpe.
—Señorita Graham, creo que es hora de que vuelva adentro, ya está oscureciendo —dijo, con un tono firme—. Es por su seguridad.
Asentí, decepcionada. Otra vez, la oportunidad de decirle lo que sentía se me escapaba de las manos. Y volvió con la estupidez de señorita Graham, por dios me saca de quicio.
—Claro —dije, intentando ocultar mi decepción—. Nos vemos luego.
Él asintió y volvió a sus ejercicios, dejándome sola con mis pensamientos y mis sentimientos confusos. ¿Por qué era tan difícil para él abrirse conmigo? ¿Por qué mantenía esa distancia profesional, entiendo que está trabajando, pero esto es demasiado...
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Un Nuevo Comienzo - Leon x Ashley (RE4)
RomanceLa historia después de los acontecimientos de Resident Evil 4