Capítulo 30

30 8 1
                                    

Han pasado tres días desde aquella cita con Changbin y aún no logro procesar del todo el cambio que ha sucedido entre nosotros. Antes, nuestras interacciones solían ser tensas, con pequeños enfrentamientos por cualquier cosa. Si nos cruzábamos, seguro que terminábamos en alguna discusión o molestándonos mutuamente. Pero desde aquella noche bajo las luces, todo ha sido diferente.

Changbin no ha dejado de mejorar su comportamiento. Ahora viene a verme casi a diario. Me saluda con una sonrisa suave y me pregunta cómo ha ido mi día. A veces me trae algún aperitivo cuando estoy en medio de largas jornadas en la enfermería, y hasta se ofrece a ayudarme con pequeñas tareas, aunque siempre lo hace con ese aire despreocupado que lo caracteriza, como si no quisiera que notara el esfuerzo. Lo que antes parecía un muro entre nosotros, ahora es una conexión que no sé cómo explicar. Es como si algo hubiera cambiado en él, o tal vez en mí.

Pero, por supuesto, Félix y Seungmin no dejan pasar la oportunidad de molestarme. Cada vez que Changbin aparece por la enfermería, ellos intercambian miradas y sonrisas cómplices. Y cuando se va, las burlas no tardan en llegar.

—Bueno, bueno, parece que el capitán Changbin tiene debilidad por nuestra querida Dana —dijo Félix con un tono divertido mientras revisaba unos suministros médicos.

Seungmin se unió inmediatamente, sacudiendo la cabeza con exageración.

—Está colado por ti, Dana. Se le nota a kilómetros.

Yo solo niego con la cabeza, tratando de ocultar la sonrisa que se me escapa.

—Por favor, chicos. No es para tanto —respondí intentando mantener la compostura—. Tal vez sea atracción, pero enamorarse es una palabra muy grande todavía.

Ambos se rieron y se miraron entre ellos, claramente disfrutando de mi intento de restarle importancia a la situación. Aunque, para ser sincera, no estoy completamente segura de lo que siento. Me he acostumbrado a su presencia, a esas visitas inesperadas que ahora espero con una mezcla de nerviosismo y alegría. Pero amor... amor es una palabra que aún me cuesta pronunciar.

—Sí, sí, lo que digas —respondió Félix, aguantando la risa—. Solo digo que nunca lo había visto así con nadie más desde que le conocemos.

Intenté cambiar de tema, pero ellos continuaron con su juego, como si no pudieran resistirse a ponerme nerviosa. Es frustrante, pero en el fondo me divierte un poco. Por más que trate de negarlo, es agradable pensar que alguien como Changbin podría estar interesado en mí. Aunque siga diciéndome que todo esto es demasiado apresurado para algo tan serio como el amor, hay una parte de mí que no puede evitar sentir algo más profundo.

Los días continuaron con una especie de normalidad rutinaria. Seguimos atendiendo a los soldados que lo necesitan, curando heridas, dando tratamientos, y cuando tenemos tiempo, hacemos visitas al pueblo. Los pueblerinos, sobre todo los mayores, necesitan nuestra ayuda. Hoy, especialmente, la enfermería se ha organizado para ir al pueblo, y Minho y Jeongin han decidido acompañarnos.

—Dana, ya que eres la favorita de Changbin, ¿por qué no le pides que nos lleve en coche? —bromeó Jeongin mientras caminábamos por el sendero que lleva al pueblo.

—¡Ya basta! —dije, pero no puedo evitar que se me escape una risita. Ellos se están divirtiendo con todo esto, y en cierto modo, es divertido que algo tan pequeño haya sacado a relucir un lado tan juguetón en todos nosotros.

—Parece que ahora tienes poder de persuasión sobre el capitán —añadió Minho, con una sonrisa traviesa.

Me encojí de hombros, intentando parecer indiferente, pero no puedo dejar de pensar en Changbin y en cómo ha estado comportándose últimamente. Cada visita suya, cada gesto amable, todo ha hecho que me replantee las cosas. Aún no sé cómo encajar este nuevo Changbin en mi vida, pero definitivamente no es el mismo hombre que solía discutir conmigo por tonterías. Aunque es cierto que su comportamiento empezó mejorar hace un tiempo, ahora ha sido un cambio más drástico todavía.

Corazón bajo fuego - Changbin SKZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora