"Mujercitas" | BSD

IX

POV Osamu

Tres horas, lleva tres horas sentado en el escritorio y sigue sin tener inspiración para continuar escribiendo, intento de todo desde escuchar música en la radio hasta fisgonear en el armario de sus hermanos.

― Tal vez no esté hecho para escribir...

Siempre fue una persona muy confiada, no dudaba de si mismo, pero ahora parece que su confianza está disminuyendo.

Seguía metido en su mundo hasta que escuchó voces viniendo de abajo.

Eran dos voces las que escuchaba hablar entre ellas, según sus cálculos a esta hora solo volvía Ranpo así que ¿quién es la otra persona?

Ya cansado de estar sentado bajo a ver que estaba sucediendo.

Se sorprendió cuando vio que había tres personas en lugar de dos, estaban Ranpo, Chuuya y el otro desconocido.

― ¿Qué está sucediendo aquí? ― preguntó interrumpiendo la conversación entre su hermano y Chuuya.

― ¡Justo la persona a la que estaba buscando! Enseñale tu pequeño estudio a Chuuya mientras yo entretengo al otro invitado.

El otro invitado estaba observando la casa con gran atención, preguntaría su nombre pero en este momento no le interesa.

― Ranpo, ¿porque los has traído? ― bufo molesto, ya estaba de mal humor desde la mañana y ahora tiene que tratar con los invitados sorpresa de su hermano.

Ranpo ignoro su pregunta y guío al otro alfa desconocido a la cocina dejándole a solas con Chuuya.

― Te traje un pastel de limón de camino a tu casa ― Chuuya levantó la pequeña bolsa que llevaba consigo. 

Lo miro poco impresionado y se giró sin decir nada y comenzó a caminar, cuando estaba subiendo las escaleras vio que Chuuya lo estaba siguiendo.

― ¿Te estás disculpando por haberme robado el pastel en nuestro primer encuentro?

― La verdad es que tú deberías ser quien se disculpase, me llamaste ladrón y dejaste una gran impresión.

Solo rodó los ojos y entro a su cuarto, junto a él Chuuya entró y se sentó en una de las camas, observó como Osamu se sentaba en su escritorio donde aún seguían sus papel esparcidos por todos lados.

― ¿Todavía no comenzaste tu gran obra maestra ― le pregunto haciendo comillas en lo último.

― Hice varios borradores, pero todos tuvieron el mismo destino ― se giró y miró la papelera que ya estaba llena de bolas de papel arrugadas ― en la basura.

― Vaya, ahora entiendo un poco porque Ranpo estaba preocupado.

― ¿Estaba preocupado? ¿Porque?

― Lo que me explico de camino a casa es que estabas actuando extraño y también... ― Chuuya dudo en decir lo último ― me comentó sobre el incidente que ocurrió con vuestra madre.

El ambiente cambió ante la mención del incidente, pero Chuuya se sorprendió al ver como Osamu se levantaba del escritorio y se tumbaba en su cama.

― Entonces lo sabes ¿eh?, fue un momento aterrador la verdad.

― ¿Sigues afectado por el incidente? No fue tu culpa, según lo que me explico Ranpo tu no podías hacer nada.

― Ese es el problema que no hice nada, me quede congelado.

― Es normal, en momentos como esos solemos quedarnos en shock y nuestra mente no puede procesar lo que ocurre en ese instante.

― Pero Jouno sí lo hizo, él actuó rápido y más sensato que yo.