XIII

376 42 13
                                    

POV Chuuya

― No reconozco ni la plaza, es increíble cómo ha cambiado todo en un par de años ― comentó Verlaine sorprendido.

Después de lograr que Verlaine saliera de la casa, Chuuya estuvo enseñándole las calles y los nuevos locales a su hermano que por una vez le prestaba atención sin interrupciones.

Por primera vez pudo convivir con su hermano sin un comentario mordaz de parte de Verlaine. Sinceramente era algo reconfortante, había olvidado este sentimiento hace muchos años, cuando todavía la relación con su hermano no estaba tan rota.

Ahora estaban de vuelta a casa, extrañamente su hermano estaba callado mientras observaba los alrededores, como si estuviera memorizando todo en cabeza.

En la puerta estaba su abuelo con...¿Fyodor? Se acercaron a ellos, su hermano sin identificar a la persona que estaba con su abuelo.

― Fyodor, ¿Como estas? ¿Esta todo bien? ― se acercó a él con una sonrisa amistosa.

Quería evitar una interacción entre su hermano y Fyodor.

― Estoy bien, de hecho ya me iba. ― le respondió Fyodor mirando entre él y Verlaine ― Gracias por todo señor Nakahara, nos vemos mañana.

Fyodor se despidió mirando por última vez curioso a Verlaine.

― ¿Quién era él? ― preguntó su hermano que estuvo callado durante su interacción con Fyodor.

― Uno de los hijos de nuestra vecina, me ayudó a llevar unas cosas. ― respondió su abuelo con una voz tranquila. ― No le des demasiado importancia y entrad, hace frío fuera.

Chuuya quería preguntarle a su abuelo a qué se refería Fyodor cuando dijo "nos vemos mañana", pero prefirió dejarlo cuando estuvieran a solas. La presencia de su hermano lo alteraba a veces.

Entraron en silencio y su abuelo ordenó a uno de los mayordomos que prepararán la mesa.

----------

En su casa había varias normas.

Cenaban a las seis , porque su abuelo dormía temprano.

Y nadie podía comenzar a comer hasta que su abuelo diera el visto bueno a la comida.

Incluso con sus platos ya servidos, su hermano y él tuvieron que esperar pacientemente a que su abuelo probará los platos y les diera su aprobación.

Después de varios minutos, el señor Nakahara tarareo con aprobación y esa fue la señal para ambos hermanos que inmediatamente comenzaron a comer.

― ¿Verlaine, tu hermano ya te enseño la ciudad? ― su abuelo rompió el silencio, aún con la mirada en su plato.

― Sí, cambió mucho la ciudad, pero no fue complicado memorizar todos los caminos.

― Espléndido, no esperaba menos de ti Verlaine ― respondió su abuelo con una sonrisa satisfecha.

Chuuya se mantuvo callado mientras comía.

― Oficialmente este año me retirare y tu Verlaine serás mi sucesor, espero grandes cosas de ti muchacho.

Verlaine sonrió complacido.

― No te decepcionare abuelo.

"Deberías aprender más de tu hermano"

― Ya termine ― Chuuya se levantó de la gran mesa sin dirigirle una mirada ni a su abuelo ni a su hermano.

Escuchó a su abuelo llamarle, pero no le dió importancia.

Caminó dirección a su habitación, su lugar seguro.

Con la puerta cerrada, se dirigió a su escritorio donde había varios pinceles.

Luego observó el cuadro en el que estaba trabajando, al lado de la ventana abierta.

Era horrible. ¿El cuadro o él mismo?

"Eres una persona que no aporta nada en nuestra familia, en lugar de ayudar solo nos das problemas."

Alguien toco la puerta, tres veces.

― ¿Chuuya? Soy yo, Beatriz.

Con su mente todavía nublada de malos recuerdos abrió la puerta a su persona de mayor confianza.

― Te he traído unas galletas, supuse que no comerías mucho en presencia de tu hermano.

― Gracias, pero no tengo apetito. ― le sonrió para evitar preocupar a la mujer que lo miraba angustiada.

― No te encierres de nuevo, es malo para tu mente.

― Lo sé. "Y aún así lo sigo haciendo"

Observó a la mujer irse con las galletas en su mano y luego cerró la puerta de nuevo.

Volvió a mirar el cuadro que hace unos días le parecía hermoso, ahora ese adjetivo parecía más una burla que un halago hacia su pintura.

Sin pensarlo lanzó el cuadro por la ventana abierta, ¿inmaduro? Tal vez, pero ahora todo le parecía horrible y sus ojos no podían soportar ver el cuadro por más tiempo.

Por la mañana tendría que recuperar la pintura del jardín, pero ahora acostado en el suelo y con la mirada en el techo, volvió a la realidad.

Mañana sería otro día, ahora con su hermano en casa parecía que todo lo que trato de olvidar y esconder dentro de sí mismo saliera a la luz.

Debería visitar a Nikolai y hablar con él.

Ese fue su último pensamiento antes de quedarse dormido en el frío suelo de su cuarto.



🕊️: Las ganas que tengo de escribir más interacción entre el suegiku y fyolai es increíble. También me enteré por twt que habrá una sigzai week y vi mi oportunidad de participar jaja (no soy tan fanática del ship, pero siempre quise participar en una week), si alguien se entera de una soukoku o fyolai week avisen ajaja.

¡Nos vemos el nueve de noviembre!

"Mujercitas" | BSDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora