✧C8 - Aldea Congshan ⊰ 1 ⊱✧

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El autobús atravesó los inestables caminos de montaña, y la consecuencia de jugar a pesar del mareo fue que Jiang Yujin se quedó completamente dormido en la última parte del viaje, cerrando pacíficamente los ojos.

Este autobús hizo numerosas paradas a lo largo del trayecto y cada vez que frenaba ponía a prueba la resistencia de sus ocupantes. La última parada era la Aldea Congshan y, cuando abrió los ojos, aturdido, solo quedaban dos personas sentadas en la última fila.

Sorprendentemente, aparte de ellos, no había nadie en el autobús que se dirigía a la aldea.

Jiang Yujin se sentó en el asiento de la ventana y abrió la ventana para sentir el viento, pero la niebla había empezado a formarse en la montaña y el conductor no se atrevió a acelerar. El viento no era lo suficientemente fuerte como para hacer una gran diferencia.

Al bajarse del autobús, Xu Tonggui sostuvo la mitad de un bollo al vapor mordido en una mano y sostuvo a alguien con la otra, convirtiéndose con éxito en el bastón con forma humana de la otra persona.

El conductor del autobús dudó un momento y luego les recordó: —Han ocurrido sucesos extraños últimamente en la Aldea Congshan. No habrá autobuses por la tarde hasta esta parada estos días. Si planean regresar, tendrán que esperar hasta mañana. Si se dirigen allí, tengan mucho cuidado.

Jiang Yujin reprimió las ganas de vomitar y se despidió diciendo: —Gracias.

Al ver cómo el viejo autobús desaparecía en la niebla, Xu Tonggui giró la mirada hacia la persona que estaba a su lado y preguntó: —¿A dónde te diriges?

Era evidente que la otra persona no podía moverse solo en este estado.

Jiang Yujin aflojó su agarre en el bastón con forma humana, se frotó la cabeza casualmente y dijo: —Supongo que vamos por caminos diferentes.

Dicho esto, se alejó. Quizá por el mareo no caminaba tan rápido como en la ciudad, pero se movió sin vacilar, sin detenerse un solo instante.

Antes de que la persona desapareciera en la niebla, Xu Tonggui habló: —¿Cómo supiste mi nombre?

En medio de la niebla y el viento, el sonido de las hojas parecía envolver al mundo entero cuando soplaba el viento.

Jiang Yujin, que ya había caminado una distancia, se dio la vuelta y sonrió, diciendo casualmente: —Vi tu hermoso rostro en la tienda de conveniencia y pregunté por ti.

Sonrió sin ninguna seriedad, hablando como si se lo estuviera inventando en el momento, lo que hacía difícil distinguir si era verdad.

Sin prestar atención al perplejo capitán Xu, Jiang Yujin caminó directamente hacia la niebla.

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El autobús no pudo llegar directamente a la Aldea Congshan; la aldea estaba al borde de un acantilado, vagamente visible desde la distancia, lo que indicaba la necesidad de una caminata considerable.

Las secuelas del mareo persistieron, y Jiang Yujin se contuvo, finalmente logrando no ensuciar esta tierra pura.

A medida que avanzaba, el aire fresco empezó a perder su frescura, entremezclándose con un olor dulce enfermizo, tenue pero imposible de ignorar, que se sumaba a la sensación de mareo ya en su cabeza.

Cerrando los ojos brevemente, Jiang Yujin giró a mitad de camino, sin continuar hacia la Aldea Congshan, sino que se desvió hacia la base del acantilado.

El descenso fue mucho más fácil que el ascenso por el acantilado. Atravesó campos abandonados y, al adentrarse en el bosque, la niebla se espesó de repente hasta tal punto que incluso sus pies eran difíciles de ver.

Después de regresar del juego infinito [𝓑𝓛]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora