Después de regresar del juego infinito [𝓑𝓛]

✧C13 - Piel humana Honghong ⊰ 2 ⊱✧

Aunque no entendía muy bien por qué los reembolsos debían duplicarse, Zhou Yang asintió. Más tarde, sorprendido, preguntó: —¿Vas a entrar?

La respuesta era obvia, por lo que Jiang Yujin decidió no responder.

El túnel estaba justo frente a ellos, no entrar habría parecido muy descortés.

Cuando llegaron a la entrada del túnel, este parecía aún más grande. Al mirar hacia arriba, apenas se podía ver la parte superior. Jiang Yujin desvió la mirada y entró.

Zhou Yang siguió su ejemplo. El laboratorio carmesí rechazó a cualquiera que no hubiera sido invitado, pero en este momento, él no calificaba como humano.

Esta fue su primera mirada sobria al interior del túnel.

Las paredes grises tenían trozos de yeso que se desprendían, dejando al descubierto un mosaico de piedras en el interior. Una luz tenue, aparentemente que surgía de la nada, iluminaba el suelo, mostrando varios objetos esparcidos por el suelo. Se oían pasos en el túnel, provocando una sensación inquietante sin razón aparente.

Siguiendo adelante, finalmente encontraron lámparas que iluminaban el interior del túnel.

Este lugar ya no se puede llamar « túnel». Algunas secciones de las paredes estaban en ruinas, carecían de soporte y se habían apilado diversos objetos para que actuaran como paredes improvisadas. Al inspeccionar más de cerca, Zhou Yang notó algo entre los objetos, lo que lo hizo detenerse y acercarse para mirar más de cerca.

...Era cabello negro, cubierto de polvo, pero aún identificable como humano.

Los ojos de Zhou Yang se abrieron, sus pies parecían clavados en el lugar, incapaz de moverse.

Jiang Yujin también lo vio, pero solo lo miró brevemente antes de desviar la mirada y no hizo ningún comentario. No fue hasta que Zhou Yang finalmente salió de su trance que continuó caminando hacia adelante.

El aire circulaba por el túnel. Las luces colgaban de cadenas y se balanceaban, su luz se movía e iluminaba los montones de basura del suelo, de un tamaño gigantesco.

A un lado del montón de basura había un camino angosto, lo suficientemente ancho para que pasara una persona. Jiang Yujin tomó esa ruta y, aunque Zhou Yang podría haber atravesado el montón de basura directamente, decidió tomar un desvío y, de manera similar, utilizó el camino angosto.

Echó una mirada al montón de basura mientras caminaba.

Estos montículos negros y colosales de basura contenían diversas prendas de vestir, juguetes e incluso manos protuberantes y en descomposición, que dejaban al descubierto vagamente huesos blancos.

Podía decir lo que eran.

Esta era la primera vez en la vida de Zhou Yang que veía algo así. Aunque no podía oler nada, solo podía imaginar el hedor pútrido de la descomposición que debía persistir allí.

Al recorrer ese camino, sus creencias estaban al borde del colapso.

Al haber crecido en una sociedad civilizada, le enseñaron y le rodearon con la creencia de que cada individuo era único y tenía derecho a los derechos humanos básicos. Sin embargo, allí, esas personas parecían descartadas como basura, pudriéndose junto a otras cosas repugnantes, carentes de cualquier atisbo de dignidad o humanidad.

Jiang Yujin se giró para mirar a la persona cuyos brazos ya temblaban levemente y dijo: —Si no puedes soportar mirar, no tienes que hacerlo.

No había hablado mucho desde que entró al túnel; esta era la primera vez que hablaba desde que llegaron.