- ¡ Percy espera ! - gritaba Nasiens quien corría detrás de Percival - ¡ No corras tan rápido , te puedes caer !
El pequeño de cabello verde corría por todo el bosque. El y Nasiens hace un rato estaban en el festival probando todos los juegos posibles y de un momento a otro Percival había arrastrado a Nasiens al bosque.
- ¡ Nasiens ! Ya no veo a la mariposa - dijo Percival muy desanimado.
- Tranquilo Percy, ya otro día vamos a ver otra mariposa.
- De acuerdo.... ¿ Y en dónde estamos ?
- Eso es lo que yo quiero saber.....
- Nasiens.... Creo que nos perdimos - dijo Percival inocentemente.
- Eso parece.....
Un ruido se escuchó desde unos arbustos y Nasiens asustado se escondió detrás de Percival. Un pequeño conejo salió de entre los arbustos y al verlos a los dos corrió asustado.
- Es solo un conejo Nasiens, no te asustes - dijo Percival con una sonrisa.
Nasiens suspiro aliviado.
- Percy.... ¿ Que haremos ? No sabemos cómo volver.
- Creo que tendremos que quedarnos está noche aquí.
- ¿ Aquí ? ¿ En este bosque ? - pregunto asustado.
- ¡ No te preocupes, Nasiens ! ¡ Yo te protegeré ! - dijo Percival.
A Nasiens se le pusieron las mejillas coloradas y oculto con su sombrero el sonrojo que Percival había provocado.
- Espérame aquí Nasiens, iré a casar, ya vuelvo.
- ¡ Espera, Percy !
El de cabello verde ya se había ido dejando a Nasiens completamente asustado. Temblaba de pies a cabeza de solo imaginarse lo que podría encontrar en el bosque. Intentó no pensar en eso y se recostó en una gran raíz, tratando de no abrir los ojos al hacerlo. Tiritaba de frío y de miedo, se tenía que abrazar a el mismo para intentar no congelarse, y con los sonidos tan tetricos que provenían del bosque, Nasiens no podía conciliar el sueño. Estubo así varios minutos hasta que comenzó a escuchar pisadas en dirección a el. Se congelo. Estaba muy asustado, sintió un escalofrío recorrer por su cuerpo dócil y pequeño.
- ¡ Nasiens ! ¡ No encontré nada que casar, este bosque casi no tiene animales ! - grito Percival.
El se relajo, y sintió que esas palabras eran como un rayo de esperanza.
- ¿ Mhm ? ¿ Que te pasa Nasiens ? - pregunto Percival al ver a su amigo hecho bolita en el suelo.
- Na- nada, tengo bastante frío.
- Lo siento Nasiens, no encontré nada, parece que tendremos que dormir así.
- De acuerdo, Percy.
Nasiens se relajo y se recostó nuevamente en la raíz y cerró los ojos. Sintió que Percival lo rodeaba entre sus brazos y lo cubría con su capa.
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¿Puedo ser tu princesa? ( Tristán x Isolda )
De TodoEn un mundo medieval lleno de caballeros y leyendas, el principe Tristán Lioness huye de su reino, consumido por la culpa y el dolor. Su amigo, Lancelot, herido por su mano, es el recordatorio constante de su fracaso. Pero el destino tiene otros pla...