Capítulo 7 -Recuerdos.

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Nunca me había encontrado con una situación como en la que estoy ahora. Una psicópata asesinó a alguien por que me dio un bofetón y lo que no logro terminar de entender es porque la detective no ha dicho nada sobre eso, porque está más que claro el motivo, algo que ella presenció y quedó de verse con Loana para hablar del asunto.

Ayer por la noche, la detective no paró de llamarme, tuve que apagar mi celular para evitar sus llamadas, Madeleine quiso prepararme un baño caliente, pero no la deje hacerlo, ella está para que hagan algo por ella, ya suficiente tuve con que fuera por mi aún cuando debería estar en cama.

Tampoco esperaba a que ella se quedara junto a mí mientras mi cuerpo se relajaba en la bañera, conversamos un poco sobre la madre de Maya, la madre Maya murió en un accidente, se suponía que su hermano debería ir ahí, pero hubo cambio de planes, su hermano decidió quedarse en la ciudad por una reunión y ella fue a la inauguración de la nueva empresa. En el trayecto, un camión perdió el control y se estrelló contra el auto de la madre de Maya.

No hice más preguntas al respecto, ella dijo que fueron muy buenas amigas y que su hermano no se creía en la capacidad de criar a Maya. Según me comentó, su hermano se fue a los Estados Unidos luego del accidente, no suelen verse mucho, pero Maya sabe que es su padre.

No imagino lo que debe ser para una bebé quedarse sin su madre, menos mal que su tía se hizo cargo de ella.

Desperté en la cama de Madeleine esta mañana, ella por su lado y yo por el mío, me dio algo de vergüenza, pero ella actuó de manera tranquila, no me hizo sentir incómoda en ningún momento, le ayude a vestirse, bajamos para desayunar y Maya estaba realmente feliz de que desayunara con ellas, más aún cuando le dije que la llevaría al instituto.

Madeleine nos acompañó, solo dejaríamos a Maya y luego tendría que presentarme en la comisaría. A la detective no le hizo nada de gracia el verme llegar con ella.

—¿Qué relación tienes con Madeleine Brunet? —pregunta la detective.

—¿Es importante para el caso? —pregunto.

—Responde.

—No voy a responder —me cruzo de brazos y ella también.

—Es la esposa de un asesino, ella puede ser su cómplice.

—¿Si viste lo que pasó con ella la noche que me atacaron? ¿Estás segura que todo esto tiene que ver con el caso, detective Gerard?

—Esa mujer mató a Loana, a mi cuñada —dice con un tono más fuerte —todo tiene que ver con el caso.

—Creo que estás mezclando lo personal con el trabajo —el oficial a su lado nos observa y voltea hacia el vidrio donde seguro hay alguien más observándonos.

—Creo que fue suficiente por ahora, no podemos retener a la testigo —dice el oficial.

—Bien, cualquier cosa que necesite, sabe dónde encontrarme.

Me pongo de pie y salgo de la sala de interrogatorios, a mitad del pasillo la detective me toma del brazo haciéndome entrar en una oficina, me zafo de su agarre y me acorrala contra la puerta.

—¿Qué te sucede? —pregunto.

—Eso mismo quiero saber yo —dice frunciendo el ceño —todo este tiempo no has hecho más que estropear el caso.

—Te dije la verdad, te mostré las notas y no has hecho nada, ¿qué ocultas tú? ¿Qué pasó luego de verte con Loana? —se separa y no responde nada —¿tu hermano sabe que te viste con ella esa noche? —retrocede —claro que no lo sabe, estás ocultando algo, ¿sabes quien es la mujer, cierto? —su mandíbula se marca al apretar sus dientes —tú siempre lo has sabido... —no me deja seguir hablando, sus labios impactan contra los míos haciéndome soltar un pequeño jadeo.

Un Matiz De CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora