SOBRE-VIVIRÉ (Diabolik Lovers)

capítulo 3

Elena

17:45

Yui empujo la puerta y fue la primera en pasar, yo la seguí, al entrar, quise cerrar la puerta, pero esta se cerro sola,eso me hizo estar alerta por puro instinto, pero no entendía muy bien de que debía estar alerta, me puse a su lado, me fijé que el piso estaba limpio y tenia una hermosa alfombre roja que se dirigía en línea recta y subía por la enorme escalera que nos recibía unos pasos más haya.

-mira Elena, nos recibieron con pasarela- nos reímos sin soltar carcajada, solo una pequeña risa interior, interprete el comentario de Yui como una pequeña broma para suavizar la tensión.

la hermosa e inmensa escalera, parecía que estuviera echa de un material fino, ya que no hacia falta acercarse demasiado para ver la calidad y hermosura de esta, de hecho, todo lo que había aquí, se veía caro. Entramos sin hacer ruido, me fije si hubiera alguien, pero los pasillos estaban solitarios, toda esta inmensa casa se sentía solitaria, fría y silenciosa, se parecía a mi casa, pero esta era más grande y más lujosa.

-Elena, ayúdame- Yui me llamo alarmada, yo me gire a hacia ella ¿Cuándo se apartó de mí?

Me acerqué a ella para ver qué era lo que pasaba, la escena era extraña, Yui, Yo y un chico acotado en un sofá con cara de que estaba muerto.

-Yui ¿qué te dije de alejarte de mí? Además, no grites, no queremos hacer un escándalo -

-perdón, pero mira, no se siente ritmo cardiaco, voy a llamar a una ambulancia- le asentí con la cabeza, puede que este sea el motivo por el cual yo intuía que algo andaba mal.

Claro eso tenia sentido, pero mi pensamiento fue interrumpido en un segundo, cuando este chico se sentó, agarró el teléfono de Yui, vi como le tomó de la muñeca bruscamente, vi como este chico puso su cara entre el cuello de Yui, la tome del brazo contrario y la jale hacia mí, esta choco conmigo, pero por lo menos este degenerado la había soltado.

Yui se encontraba en shock, no sabía que había pasado, todo fue muy rápido. Hice de impulso guardar mi celular en mi bolsillo trasero del pantalón.

-Elena le hable, pero no me respondió, lo moví y tampoco hizo nada, pensé que estaba mal- Yui me dijo cuando se incorporo a mi lado.

-Ayato ¿Qué ocurre aquí? - un chico a mi lado apareció de la nada, ¿de donde diablos salió?, se dirigió hacia al chico degenerado que ataco a Yui, me miro y luego miro a Yui, yo con cautela puse el brazo delante de mi compañera dejándola atrás mío, me aleje un poco de él para mantener mi espacio personal, de igual manera de respondí esperando que el degenerado le respondiera pero este lo ignoró, mire de nuevo al otro que estaba parado a mi lado, vi que era alto, estaba vestido con uniforme ¿eso es normal? A estas alturas ya no se que es normal y que no, tenia el pelo negro, unos ojos magenta parecidos a los de Yui, pero los de ellas eran mucho mas claros, tenia unos lentos delgados y una expresión de que estaba cabreado.

-disculpa- me miró esperando una explicación, tenia una mirada fija, sin atavíos, era directa. Comprendí que debía seguir - mi nombre es Elena Safugati, ella es Yui Komori, venimos por el intercambio en el instituto Kyoutei- terminé mi discurso y él lo comprendió.

-no se nada de un intercambio, Ayato llama a todos y que me esperen en la sala de reuniones-creo que si esta cabreado, fue muy cortante.

- ¿Por qué yo Reiji? - el degenerado que al parecer se llama Ayato, pero en mi cerebro ya quedo como "el chico degenerado", hizo mueca de no querer hacerle caso a este, eso no le agrado para nada al que parece que se llama Reiji.

-tenemos visitas, por favor, ve a avisarle a los otros- Ayato de mala gana se quedó callado.

-síganme por favor, como dije, no se nada de recibir dos personas y mucho menos de un intercambio- quisimos tomar nuestras maletas, pero vimos que alguien se las llevaba, todo esto estaba muy raro pero aun así, empezamos a seguir a Reiji, vi hacia atrás pero el chico degenerado ya no estaba, el sofá en el que estaba, se encontraba vacío, como si se hubiera esfumado, mi cabeza no lo asimilo, ¿cuando se fue?.

De camino solo se escuchaban nuestros pies mientras caminábamos, era todo tan lúgubre, de vez en cuando habían mesas con jarrones con diferentes estilos, al decir estilos no me refiero a coloridos, eran en su mayoría negros, grises o blancos, pero todos eran diferentes en sí, diferentes formas, diferentes tamaños, tanto dinero y compran cosas tan aburridas.

-disculpa, pero el otro chico me ataco- Yui que venia tan callada como yo, soltó su comentario, yo le encontré sentido a su queja, pero no a su elección de palabras, estamos en un lugar rarísimo que no conocemos, debería ser más sutil.

-perdónenos por eso, de igual manera es de mala educación gritar en un lugar que no es su hogar-

Hogar...hace tiempo no escuchaba eso, que no sentía eso, claramente este lugar no sería mi hogar.

-perdón por eso, nos tomo por sorpresa el actuar del otro chico- interrumpí a Yui antes que dijera algo más, esto al parecer calmo la tensión, Reiji solo respondió:

-ya hablaré con el y no se volverá a repetir- en su tono había respeto, había educación, pero era frio y cortante, nada de emoción.

-gracias-

...

18:00

Ya pasó un buen tiempo desde que cruzamos el portón hasta que llegamos a esta sala, que por lo que escuche a Reiji, esta es la sala de reuniones de la mansión, me sorprendía esta sala tiene el espacio de la mitad de mi casa, pero era obvio, tenían mucho espacio, a pasado unos minutos y estamos los tres solamente, mire mis zapatos vi que mis zapatillas estaban un poco sucias pero nada grave, me humedecí el dedo con saliva y me agache un poco para limpiar una mancha de tierra que había en la punta, cuando me levante vi que en la sala habían cuatro personas más, sin contar al chico degenerado ni a Reiji, en total, ellos son 5.¿de donde aparecieron? no escuche cuando llegaron.

- ¿alguien tiene idea de por qué estas señoritas están aquí? - Reiji con la misma voz de hace rato, pero con una cara más cabreada preguntó a los otros cuatro chicos que parecían no tomarle importancia.

- el hablo ayer conmigo- una voz venia de un lugar apartado de los sillones de la sala, estaba recostado en un sillón más alejado a los que estaban a mi alrededor. entonces son seis, seis personas.