capitulo 12

8 1 0
                                    

18:05

Elena.

Yui y yo nos despedimos en el pasillo, ella fue a su salón mientras que yo tomé decidida la manilla de la puerta, por la hora, todavía no había llegado mucha gente, pude reconocer en el salón a Laito, este estaba viendo atreves de la ventana, cuando me adentre a la sala de clases, me fije que me miro entre el rabillo del ojo, sentarme cerca de él no era una idea que me fascinara, en cambio, me dirigí hacia los puestos del otro lado.

Lo bueno de llegar antes que los demás era que podía elegir asiento, cuando estaba por dejar mi mochila en el respaldo de la silla de un puesto que estaba en el lado de la muralla, una chica se acercó a mí.

- ¿disculpa?, ¿eres nueva? - era una chica delgada y alta, con una cabellera negra lacia estaba detrás mío.

-hola, si, soy nueva, me llamo Elena Safugati-se veía agradable a simple vista.

-hola, yo me llamo Saraí, disculpa, pero los únicos asientos libres son los del fondo-

-muchas gracias por decirme- con una sonrisa se despidió de mí, mire hacia atrás y me gustaron los asientos traseros de la fila del medio, ni cerca ni lejos del loco de Laito, intente disimular todo sentimiento de alegría para que pasara desapercibida de los ojos de Laito, el motivo era que esta chica que recién se me acerco, Saraí, era agradable, yo no necesitaba amigas nuevas, necesitaba a alguien que fuera amable para que me prestara su celular.

Ya tengo con quien conseguir la segunda etapa de mi plan y esa persona era Saraí.

...

19:15

La primera clase fue agradable, los profesores se fijaban que era nueva, se acercaban a mi para preguntarme mi nombre y seguían su clase, la idea de presentarme al frente de un salón era desagradable, innecesario ya que no los volvería a ver.

En el receso, estuve dando vueltas por los pasillos, conociendo la estructura, baje a la primera planta a ver dónde finalizaría el plan, busqué algún lado por donde escapar, entre el instituto y el gimnasio había un lugar al aire libre con mesas y bancas, allí solo pude encontrar una reja que sus barrotes estaban doblados dejando un pequeño lugar por el cual podríamos salir.

Parte tres del plan: encontrar un lugar para escapar.

Vi la hora y en un minuto comenzaría la clase, me apresure en entrar al edificio nuevamente, subir las malditas escalera era lo más difícil ya que estaba en el penúltimo piso.

Mientras iba subiendo hacia mi piso me tope con Yui, quien estaba en mi misma situación, ella se me acerco rápidamente, no entendí porque estaba tan alterada hasta que vi su ropa.

-Yui, ¿Qué te paso? - ella estaba mojada desde la planta de sus pies hasta las puntas de su cabello.

-Ayato- fue lo único que me dijo, ella bajó su cabeza, por lo que pienso, sentía vergüenza o pena.

-vamos al baño- no le pregunte nada durante el camino, de vez en cuando la veía atreves del rabillo de mis ojos al escuchar que sollozaba, ¿porque le hizo esto?

Vi en el mismo piso que estábamos un baño y nos metimos a este, vi que habían dos cubículos vacíos, lo mejor era que estaban al lado del otro.

-Yui, entra allí, sácate la ropa mojada y pásamela por debajo- ella en silencio entró al baño que le dije y yo imité su acción, entre al cubículo que estaba al lado del de ella, al cerrar la puerta con seguro empecé a sacarme la ropa.

Yui y yo éramos de altura similar, solo unos centímetros nos diferenciaban, el problema es que yo no era tan delgada como ella.

Vi como la camisa blanca de ella aparecía por debajo de la pared que dividen los cubículos, nos fuimos intercambiando la ropa, ella entregándome su ropa mojada y yo le entregaba mi ropa seca. Luego de unos minutos escuche que ella salía del cubículo, yo salí un poco después ya que el botón de la falda no lo podía cerra.

- ¿me ayudarías con el botón?, por favor- Yui me ayudo a cerrar la falda, me vi en el espejo para ver cómo me quedaba todo, sentía la blusa un poco apretada por la talla, pero nada insoportable.

-gracias Elena- el tono de voz de Yui era bajo, me gire para verla y esta estaba con los ojos rojos, intentaba bajar su mirada, pero era notorio que lloraba.

Lo único que hice fue abrazarle, no sabia que hacer, nunca e sido buena para aconsejar a las personas en momentos débiles, ella correspondió a mi abrazo, me rodeo con sus brazos, sentí que su espalda subía y bajaba por su llanto.

-tranquila, escaparemos hoy, todo va a estar bien- no lo decía para solo tranquilizarla, era cierto que escaparíamos.

-no sé porque lo hizo, me tiro a la piscina del instituto, están locos- soltó por fin algo de lo que le ocurrió, sentía como sollozaba, creo que me va a manchar el bléiser con mocos.

Se alejó de mi con un suspiro, era notorio que estaba débil, cansada y no solo físicamente, yo igual que ella, estaba cansada de todo esto, de los "vampiros" de todo, pero esto acabaría hoy mismo.

-tranquila, solo hace un esfuerzo más, conseguí a alguien quien me prestaría su teléfono para llamar a tu padre, luego de eso, escaparemos por un lugar que encontré-

Ella me miro a los ojos con una chispa de ilusión, reconocía esa expresión, yo sentí muchas veces ese sentimiento, muchas veces tuve en mis ojos ese brillo, Yui sentía esperanza y no voy a decepcionarla, nos salvaría a nosotras.

SOBRE-VIVIRÉ (Diabolik Lovers) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora