SOBRE-VIVIRÉ (Diabolik Lovers)

Capítulo 8

Elena

-miren, la zorrita saltadora despertó- rápidamente me aleje de los brazos de Laito, cuando pude mantener el equilibrio me fije que en el cuarto estaban, Kanato, Ayato y el de sombrero, Laito quien me acababa de llamar "zorrita", creo que no solo hay un degenerado aquí.

¿Cómo Ayato había entrado al baño?, me fije en la actitud que contenían los tres, era de tranquilidad, se puede decir hasta de comodidad.

-voy a llamar a la policía- ...si, losé, es estúpido lo que dije, pero no sé qué más hacer, ellos tapaban la puerta de salida, aunque está la opción del balcón.

-no digas estupideces loca, ¿con que teléfono vas a llamar a la policía? - Ayato con indiferencia me respondió mientras me restregaba en mi cara mi celular en sus manos luego lo guardo en el bolsillo de su chaqueta.

-as dormido durante dos días ¿no es cierto teddy? - Kanato estaba sentado en la cama de la habitación, dos días he estado inconsciente.

-estaba esperando que despertarás para beber de ti- fue como un pestañar de ojos, en un instante estaba parada y al siguiente me encontraba recostada en mi cama sobre mi se encontraban Kanato y Laito. El pánico se estaba apoderando de mi nuevamente, mis músculos cansados y heridos se tensaban a la medida que se acercaban más y más a mi cuello.

Sentí un dolor punzante en unos de los lados de este,del lado que se encontraba Laito.

-era cierto que fue él, el primero en beber de ti- del lado que no sentía el dolor, Kanato estaba inspeccionando mi cuello, por lo que mi mente recuerda, era el lado que Subaru se acercó antes de desmayarme. Mi mano que se encontraba del lado de Laito estaba libre, ¿Qué diablos estaba haciéndome?, deslice mi mano hacia su cabeza, agarre con firmeza desde la raíz de su pelo que se asoma debajo de su sombrero. Empecé a jalarlo de un lado hacia otro, este enseguida soltó mi cuello dejándolo empapado de sangre y saliva, creo que no esperaba mi acción, porque su expresión era de sorpresa. Tomo de inmediato mi brazo intentado que lo soltara, pero yo me aferraba con todo lo que tenía a su pelo.

-suéltame el pelo mierda- muy enojado por el forcejeo se le cayo el sombre y no dude en deslizar mi mano rápidamente hacia la cabellera expuesta de su cabeza, con mis dos manos en su cabeza jalando su pelo, Laito enterrándome sus dedos en mis brazos con euforia, Ayato riéndose a no más poder por la escena y Kanato creo que susurrándole cosas a su peluche, apareció Reiji furioso.

- ¿Qué ocurre aquí? – paré de atacar a Laito y este dejo de enterrar sus uñas en mis brazos, los cuatro nos giramos a verlo como si hubiéramos cometido un crimen.

-dije, ¿Qué ocurre aquí? -alzó su tono de voz al no recibir ninguna respuesta. Laito tomo su sombrero y se giro hacia el espejo de un tocador que había en la habitación.

-esta vez ganaste tu- me miro para luego desaparecer junto con Ayato y Kanato, quede sola en un ambiente super incomodo con Reiji.

-me mordió- fui la primera en hablar, le mostré mi cuello a él, este fijo sus ojos a mi cuello, pero no reacción de otra manera, mantuvo su postura erguida y seria, acomodo sus lentes mientras fruncía su seño.

-esta no es tu casa y ya as echo muchos escándalos- quede en silencio porque esperaba otra respuesta no una reprimenda.

- ¿no me entendiste?, Laito me mordió- quise seguir, pero el levanto la mano con brusquedad.

- ¿no te han dicho que es de mala educación interrumpir a otra persona mientras habla? - quede en silencio, era obvio que él no estaba de mi lado.

-te aconsejo que te comportes en tu estadía en la mansión Sakamaki, ¿entendiste? – sentí en mi que debía mantener silencio y solo aceptar lo que me decía, eso no significaba que aria caso a sus órdenes.

-este es tu uniforme para ir al instituto- dejó sobre los pies de mi cama un uniforme del mismo estilo que ellos ocupaban, yo abrace mis piernas mientras apoyaba mi espalda en el respaldo de la cama, el me quedó mirando con su mirada calculadora, endureció su mirada y me alerto al ver que se acercó a mí.

-ni se te ocurra hacer alguna insensatez Elena- dijo mientras tomaba en sus manos la almohada de mi lado, este le quito la funda manchada con gotas de sangre, dejo a mi lado la almohada desnuda. Luego de eso:

-baja luego, en la mesa tendrás tu desayuno- fue su ultima acotación, solo desapareció dejándome acompañada de un silencio súbito. Mi cuerpo me dolía a no más poder, las piernas, sobre todo, pero mi cuello se sentía extraño, adolorido, pero de manera superficial e interna, más que un simple moretón. Me levanté y dirigí hacia la puerta del baño que estaba dentro de la habitación, me asome al espejo que estaba sobre el lavamanos, aparté mi cabello para inspeccionar las heridas.

Un gran hematoma que ya tenia indicios de estar sanando, tenía lógica que este era de hace unos días ya que se veía mucho mejor que el del otro lado, la herida del contario era fresca, de la mordedura escurría un poco de sangre, abrí la llave del lavamanos y moje la parte de una toalla que estaba en el baño, presioné la herida con la toalla húmeda para que el flujo cesara.

"vampiros"

No estoy segura que eso sea verdad, aunque la marca de dentadura marcada en mi cuello no parecía ser de humano, la idea de un "vampiro" era muy mítico, debe haber otra respuesta a todo esto.