SOBRE-VIVIRÉ (Diabolik Lovers)

capitulo 15

Tres suaves golpes en la puerta, solo eso me separaba del infierno.

Estoy parada fuera de la habitación de Reiji, esperando a que me deje entrar... entrar al infierno mismo, desde el momento que llegue me fije que el peli negro era el más "centrado" de los seis, eso pensé, por su fachada de serio y estirado pensé que era el mas justo de todos, el que lleva las riendas en este "hogar", pero no, siento que este es mi fin.

El cuerpo me duele en gran manera, desde que llegue hace tres días mi vida cambio rápidamente, e pasado cada noche durmiendo lo menos posible, alerta a cualquiera que quiera entrar a la habitación, por dormir mal posicionada y vivir tensa mi cuello pide a gritos una sesión de quimioterapia, es notorio mi desgaste físico, se ve plasmado en el tono de mi piel levemente cambiado a un tono pálido y en mis ojeras, recién haciendo un avistamiento debajo de mis ojos.

¿Por qué no arranco envés de ir directamente al cuarto de Reiji como el me lo ordeno? Simplemente porque ya no me quedan fuerzas, lose, ¿en tres días ya se me esfumo la fe?, claro que no, se que esto acabara un día, ese día descansare, pero en este momento no encuentro que más hacer, correr por los pasillos y correr hasta el gran portón, ya lo intenté el día en que llegue, no salió bien, además no solo soy yo la que debe escapar, si no también Yui y eso complica más las cosas. ¿me dejare asesinar tan rápido?, claro que no.

Recuerdos por mi mente pasan rápidamente, yo de pequeña, un parque, una mariposa azul y ella...siento una gran pena al recordar ese momento...no puedo morir ahora, ella no me pudo matar, no dejare que ellos tengan el trabajo tan fácil, armada con un simple lápiz que saque de mi estuche me lleno de fuerzas.

Toco la puerta tres veces y sin pasar ni dos segundos el me pide que entre, con cautela tomo la manilla metálica entre mis manos, el frio metal erizó la piel de mi espalda, empuje la puerta abriéndome paso al gran espacio, quede un poco aturdida por el cambio de iluminación, los pasillos son iluminados con luz cálida tenue, pero la habitación de Reiji esta iluminada con una luz fría, cada espacio del lugar es iluminado sin dejar ni un rincón a oscuras, parece la sala de un hospital.

Al entrar me fijo que el esta de espaldas a mi buscando algo en su enorme librero, lo que me llamo la atención fue una mesa extensa llena de artefactos de química, múltiples matraces de diferentes formas, probetas, tubos de ensayos, mecheros de alcohol, pinzas, todo lo que te puedas imaginar estaba distribuido ordenadamente y limpio en esa mesa. Mi vista viajo más haya y vi que había unos sillones de diseño antiguo y una pequeña mesita baja del mismo diseño entre los sillones, era adornada con dos tasas sobre ella, una estaba todavía humeando por el liquido caliente, la otra parecía rota.

Pero mi escáner fue interrumpido por la voz fría de Reiji quien por fin había encontrado lo que estaba buscando, en sus manos enguantadas descansaba un libro de apariencia antiguo, ya saben, de esos que eran cubiertos por cuero y no como los actuales, al parecer todo en este lugar es antiguo.

-me imagino que ya sabes porque estás aquí- dijo mirándome fijamente sin dejar de mantener era postura tan rígida e impecable, era tan tieso que ya daba miedo su forma de ser.

-si-no se que más responder, era obvio por lo que me llamaba, el número que me mandé al intentar escapar, todavía me dolía la nuca por el impacto que tuve en las escaleras cuando me empujo esa persona, sabrá dios quien era.

-tengo decencia al hablar esto contigo y no tomar otras medidas-dijo mientras se dirigía a unos de los sillones, al sentarse y dejar el libro en la pequeña mesa me miro mientras me indicaba con su mano extendida que tomará asiento en el sillón frente a él.

No crean que no dude, en ese breve momento pensé hasta en tirarme de cualquier ventana en ese lugar, pero no...ya no podía escapar de esto. Me dirigí hacia el sillón y al sentarme el examinaba cada movimiento mío, incomoda e intranquila me senté mientras esperaba en silencio lo que tenía que decirme.