UN DIA A LA VEZ

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Querido chan 

Hoy he decidido escribirte de nuevo, aunque sé que no recibirás estas palabras. La verdad es que me siento en un mar de emociones, y necesito sacarlas de alguna manera.

Desde que descubrí que tu hermano gemelo es una parte tan importante de esta historia, las cosas han cambiado, pero no como esperaba. Él se ha alejado un poco, y aunque ha estado presente en ciertos momentos, hay una distancia que se siente palpable. A veces, lo veo al salir de la clínica, y esa visión me provoca una mezcla de tranquilidad y enojo. Me tranquiliza saber que hay alguien que lleva tu esencia, pero al mismo tiempo, la ira vuelve a surgir. ¿Cómo pudiste no decírmelo? ¿Por qué dejarme navegar por este dolor en la oscuridad?

He adoptado un gato, un pequeño ser que me da un poco de compañía y, a veces, un poco de caos. La idea era que sería un alivio, algo que me ayudaría a sanar. Pero ahora, cada vez que aparece una "emergencia", me doy cuenta de que, honestamente, no sé cómo criar a este pobre animal. Él corre por la casa, me mira con esos ojos grandes, y yo me siento completamente perdido. Me río y me frustro a la vez, mientras trato de entender sus necesidades. A veces me pregunto si, en mi intento de cuidar de él, estoy tratando de llenar el vacío que dejaste tú.

Las visitas de tu hermano suelen ser un recordatorio de lo que perdí y de las verdades ocultas que han complicado mi duelo. Él viene, me habla con un tono que a veces me resulta familiar y a veces extraño. Y aunque aprecio su presencia, no puedo evitar sentir que es un eco de las cosas que no se dijeron. La mezcla de emociones es abrumadora: momentos de conexión, seguidos por la ira que todavía guardo por las mentiras y los secretos que ambos mantuvieron.

A veces, cuando juego con el gato, me encuentro deseando que tú estuvieras aquí para ver cómo lo hago, para compartir estas pequeñas alegrías. Pero entonces me recuerdo que todo esto es parte de un juego que tú iniciaste sin querer, y eso me hace sentir frustrado.

La tranquilidad que me da el gato se ve empañada por la sombra de las cosas que no se dijeron. No sé si algún día podré aceptar por completo la historia que se ha tejido entre nosotros. Y mientras tanto, seguiré enfrentando la confusión y el enojo, intentando cuidar de un pequeño ser que también busca su lugar en este mundo.


BBH


CARTAS AL CIELO -  QUE NUNCA LLEGARONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora