Capítulo 4: La Entrada al Inframundo
Después de los recientes descubrimientos sobre el Inframundo y el enigmático Orochi, Aiko sentía una necesidad creciente de explorar este mundo subterráneo con más profundidad. Con Yami como su guía, se preparó para adentrarse nuevamente en el Inframundo, buscando entender mejor la naturaleza de este lugar y los desafíos que podría enfrentar.
Esa noche, bajo la tenue luz de la luna, Aiko se dirigió al parque donde había comenzado su viaje. El túnel oscuro que la conectaba con el Inframundo estaba como siempre, pero hoy parecía aún más imponente. Aiko avanzó por el túnel hasta llegar al portal negro y destellos purpuras que había visto antes. La abertura era un espectáculo de luces y sombras que giraban y cambiaban constantemente, creando un efecto hipnótico.
Aiko atravesó el portal, sintiendo un mareo momentáneo mientras cruzaba la frontera entre los mundos. Emergiendo al otro lado, se encontró en el Inframundo, un lugar que, para su sorpresa, era un reflejo distorsionado de su propia ciudad. Las calles y edificios se veían familiares, pero todo estaba envuelto en una atmósfera de decadencia y oscuridad. Las estructuras estaban desgastadas y cubiertas de sombras, y la luz de los postes de luz parpadeaba débilmente.
Aiko comenzó a caminar por las calles desiertas del Inframundo, observando cómo todo parecía estar en un estado de deterioro perpetuo. A pesar de las similitudes con el mundo real, el ambiente estaba cargado de una opresión palpable y un silencio inquietante. Cada paso resonaba en el vacío, y las sombras parecían moverse con vida propia.
De repente, Aiko notó un cambio en el ambiente. Las sombras se alargaron y comenzaron a adquirir formas vagamente reconocibles. Eran demonios, criaturas de pesadilla que surgían de la oscuridad. Sus ojos brillaban con una luz sobrenatural y sus cuerpos estaban envueltos en sombras densas.
Preparada para el combate, Aiko sacó sus cuchillos y se preparó para enfrentar a los demonios. En medio del caos, Yami se deslizó alrededor de Aiko y, con una rapidez sorprendente, mordió el filo de sus cuchillos. La serpiente inyectó un veneno especial en los cuchillos, impregnando el acero con una sustancia letal que Aiko sabía sería crucial para el combate.
Con sus cuchillos ahora envenenados y su resolución firme, Aiko comenzó a enfrentarse a los demonios. Con agilidad y precisión, lanzó sus cuchillos con destreza, notando cómo el veneno actuaba rápidamente al contacto con las criaturas. Los demonios que eran tocados por los cuchillos envenenados se debilitaban rápidamente, sus cuerpos distorsionados convulsionando antes de desvanecerse en la oscuridad.
En un momento de calma, Aiko se encontró en un edificio en ruinas que parecía un antiguo centro de comando. Mientras revisaba el lugar en busca de recursos útiles, sus ojos se posaron en un libro grande y polvoriento sobre una mesa. El libro tenía una cubierta opaca con inscripciones en un idioma desconocido. Al intentar pronunciar el título, "Etherealum", Aiko se dio cuenta de que no podía decirlo correctamente y, con una mezcla de frustración y desinterés, dejó caer el libro al suelo. La tapa se abrió parcialmente, revelando páginas que no podía entender.
Sin perder más tiempo con el libro, Aiko continuó explorando el centro de comando en busca de otras pistas. Sabía que el Inframundo tenía muchos secretos por descubrir y que debía estar preparada para lo que viniera.
De regreso en el mundo normal, Aiko revisó las notas que había tomado y comenzó a planificar su próxima incursión. Con la experiencia adquirida y los cuchillos envenenados por Yami, estaba lista para su próxima incursión y para enfrentar las pruebas que aún le esperaban
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AIKO IN THE UNDERWORLD
Science FictionDescripción de la historia: La historia sigue a Aiko, una joven que, después de enfrentar una serie de eventos que desafían su comprensión del mundo, se ve envuelta en una lucha por descubrir la verdad sobre su origen y su destino. A lo largo de la...