Retrato // AouBoom

Capitulo 25

El auto avanzaba por las calles de Bangkok, pero dentro del vehículo, el tiempo parecía detenerse. El aire entre ellos estaba cargado de una energía intensa, palpable, como si los sentimientos que habían estado reprimiendo durante semanas finalmente hubieran encontrado una forma de liberarse. Aou, todavía con las mejillas enrojecidas por el sake, miraba a Boom con una mezcla de deseo y curiosidad. Había algo en el ambiente, en el silencio compartido, que los hacía sentirse más cercanos que nunca.

Boom mantenía una mano en el volante, pero su mente estaba completamente en Aou. Cada vez que lo miraba de reojo, veía esa mezcla de torpeza y sensualidad que lo había vuelto loco durante toda la cena. No podía esperar más. En un semáforo, Boom dejó escapar un suspiro y se inclinó hacia Aou sin pensarlo dos veces, tomó su rostro entre las manos y lo besó, con una pasión que parecía encender el aire a su alrededor.

Aou, sorprendido por el beso, reaccionó de inmediato, devolviéndoselo con la misma intensidad. Aunque los besos de Aou eran algo torpes, probablemente por el alcohol que aún corría por sus venas, no importaba. Esa imperfección solo hacía que Boom lo deseara más. Los labios de Aou eran suaves, pero el hambre con la que lo besaba lo hacía sentir como si estuvieran solos en el mundo.

Boom estacionó el auto en una esquina oscura, lejos del bullicio de la ciudad, y apagó el motor. No podían seguir conduciendo, no cuando cada segundo juntos encendía una chispa más entre ellos. Apenas habían dejado de besarse cuando Aou se inclinó hacia él, con los ojos medio cerrados y los labios entreabiertos, buscando más. Los besos eran desordenados, a veces se encontraban en ángulos extraños, pero ninguno de los dos se detuvo.

—Aou... —murmuró Boom entre besos, su voz ronca por el deseo—. No sabes cuánto te he deseado.

Aou sonrió contra sus labios, riendo suavemente, sin detenerse.

—¿Tanto? —preguntó Aou con voz adormilada, sus palabras algo arrastradas por el alcohol.

—Mucho más de lo que puedes imaginar —respondió Boom, bajando una mano para acariciar la cintura de Aou, tirando de él hacia más cerca, queriendo sentir su cuerpo.

Aou dejó escapar un pequeño gemido mientras sus manos se aferraban a la camisa de Boom, como si no quisiera dejarlo ir. El calor entre ellos crecía, sus cuerpos se acercaban más y más en el limitado espacio del auto. Aou estaba ligeramente fuera de control, sus manos vagaban por el cuerpo de Boom, torpes pero llenas de intención, mientras sus besos seguían siendo desesperados, como si no hubiera suficiente tiempo para expresar todo lo que sentía.

—Boom... —susurró Aou, su aliento cálido sobre los labios de Boom—. No quiero que esto termine.

Boom sonrió contra su boca, sus manos deslizándose por la espalda de Aou, atrayéndolo más hacia él, disfrutando de cada toque, cada beso errático que Aou le daba.

—No va a terminar —susurró Boom, acariciando su cuello con la yema de los dedos—. Esta noche solo es el comienzo.

Ambos se quedaron unos momentos más en el auto, inmersos en el calor del momento, sus manos y bocas explorándose mutuamente, como si nada más importara. El calor en el auto aumentaba con cada beso, con cada caricia que se deslizaba entre sus cuerpos. Boom sentía cómo el corazón le latía con fuerza, cada vez más acelerado. Los labios de Aou eran suaves y cálidos, y aunque los besos eran torpes por el alcohol que lo embriagaba, Boom no podía dejar de disfrutar cada segundo. Era como si toda la contención de los últimos días, semanas, incluso años, se hubiera desbordado en ese momento.

Aou, con los ojos entrecerrados, no dejaba de buscar los labios de Boom, una mezcla entre deseo y ternura. Cada beso parecía más urgente que el anterior, como si estuviera temeroso de que el momento se desvaneciera en cualquier instante. Boom, sin poder evitarlo, lo sostuvo más fuerte, atrayendo a Aou hacia su regazo. El espacio en el auto era pequeño, pero no importaba. Lo único que importaba era la cercanía, la necesidad de estar lo más juntos posible.