PROLOGO.

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Prólogo dedicado a Vane-0411 y GabriellaFL

¡Muchas gracias por su apoyo!♥️
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La fría mañana ya se había adentrado lo suficiente como para saber que se había quedado dormida, por lo que en un certero salto se levantó y corrió hasta el baño para cepillar sus dientes tan rápido como pudo, luego corrio hasta la habitación de sus hijas. Las niñas seguian durmiendo tan plácidamente como ella minutos antes, por lo que con profunda pena las despertó.

- Mis amores... Es hora de despertar- Músita con desespero mientras mueve un poco los hombros de las gemelas. - ¡Towa! ¡Setsuna!- Insiste al ver que su delicadeza no causo ningún estrago.

Reacción que a diferencia de la última sí provocó que la pequeña albina despertara.

- Mami, ¿Porque gritas?- Pregunta la adormilada Towa mientras se levanta y frota sus ojos.

- Anda cariño, levántate que vamos tarde- Le pide depositando un beso en su frente y tomando a la castaña entre sus brazos.

- Suny, despierta- Le pide a su hermana al momento en que su madre la deja en el suelo.

Segundo después la castaña al fin abrió sus ojos y guiada por su hermana mayor caminaron hasta el baño, seguidas por su madre quien tomo sus toallas y el jabón de baño para ayudarlas a ducharse rápidamente; no bastaron más de diez minutos para que las tres mujeres ya estuvieran fuera del baño, las pequeñas niñas a pesar de su corta edad de cuatro años ya sabian cambiarse solas, por lo que Rin se limitaba solo a peinarlas. Aquella mañana debido al agotado tiempo solo les hizo una coleta que adorno con un lazo a juego con sus uniformes.
...

"7:50"

Era la hora que marcaba el reloj cuando las niñas al fin estuvieron listas, momento en el cual la castaña corrió a cambiar su ropa para poder dejarlas en la escuela. Bajaron hasta la primera plata y para sorpresa de las tres, solo basto pisar el suelo para encontrarse con el albino junto a la puerta hablando por teléfono.

- ¡Papi!- Gritan al unisono mientras corren a los brazos de su progenitor.

Mientras que también Rin corría, pero hasta la cocina en busca de las loncheras que dejó listas la noche anterior, para regresar de la misma forma y salir en busca del auto, cinco minutos después aparco frente a la puerta de laca y toco el claxon.

-¡Vamos!- Grita.

Casi al instante las niñas y su padre salieron del lugar, ambas subieron al auto con ayuda de su padre y una vez les abrochó los cinturones partieron del lugar. La escuela quedaba a quince minutos y ya había pasado la hora de entrada, por lo que muy a su pesar bajo la velocidad para prevenir un accidente; una vez llegaron bajaron apresuradas del automóvil.

- Buenos dias- Saluda con voz agitada la castaña a la maestra que ya estaba cerrando en portón.

- Señora Taisho, pensé que Towa y Setsuna ya no asistirían hoy - Le confiesa abriendo nuevamente la reja.

- Perdóneme, hoy no fue nuestra mejor mañana - Asegura acomodando las mochilas de las niñas sobre sus hombros.

- No se preocupe, a todos nos pasa... Pero no dejemos que se vuelva costumbre- Pide.

- Le aseguro que será la primera y última vez- Afirma depositando un beso en la frente de las niñas. - Las amo mas que nada mis niñas, paso por ustedes a la hora de salida - Les informa impulsandolas a entrar.

- Feliz día- Anuncia la mujer de canas mientras cierra la puerta detrás de sí.

La castaña solo le sonríe mientras que con un gesto de su mano, se despide una vez más de sus hijas, quienes ya habían ingresado junto a la maestra. Ella por su parte luego de ver las siluetas perderse por una de las puertas se giro para subirse nuevamente al coche y regresar a casa; nunca le había pasado algo como eso, pero para todo habia una primera vez, y con las recientes discusiones con su esposo su cabeza se habia nublado por completo, así que con un suspiro dejo ir sus preocupaciones y aparco una vez mas frente a su hogar.

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