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...DIAS DESPUÉS.
...Fue cuestión de tiempo para que la nueva rutina los consumiera, ella al saber que el estaría ocupado en el trabajo centro toda su atención en sus hijas, quienes a causa de la ausencia de su padre habían estado más serias de lo acostumbrado, y ella en un intento porque no lo notarán creo nuevas actividades que compartir con ellas. Por su parte el Taisho centro toda su atención en aquel proyecto y muy a pesar de su inicial negativa a separarse de su familia, termino por acceder con la aprobación de su mujer, quien lo había estado apoyando efusivamente los últimos días para que continuará.
Ya era de noche, y habían pasado quince minutos desde que las niñas se durmieron, por lo que bajo hasta la primera planta y se preparó un té de hierba buena, tomo asiento en una de las sillas del jardín y tomo la bebida ahí, tratando de relajarse y evitando que su mente divagara, sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando el cansancio la venció, y antes de darse cuenta se quedó dormida.
Se removió en lo que creyó seguía siendo la silla, pero en cuanto lo hizo pudo sentir la suavidad de las sábanas, y solo basto eso para que abriera los ojos de golpe, encontrándose así con su esposo justo a su lado durmiendo plácidamente. Sonrió levemente para si misma antes de reacomodarse y pegarse un poco más a el, para así reposar la cabeza y brazos en su pecho, siendo recibida cálidamente por el hombre quien extendió su brazo para que ella se acomodara; estando ahí se quedó dormida una vez más, y como no hacerlo... Si la sensación de calidez cada que dormía en sus brazos seguía siendo inexplicable, y el olor que amenaba su piel podía reconfortar su pecho. Fue inevitable no perder la conciencia al poco tiempo estando en aquella posición.
...Era sábado y despertó un poco más tarde de lo normal, cuando lo hizo no encontró a su esposo en la cama pero no le dió mucha importancia pues ya era más costumbre que cualquier otra cosa, se levantó, arregló la cama y se cepillo los dientes, fue hasta la habitación de sus hijas y tampoco las encontró allí, entonces segura de que estaban juntos bajo a la primera planta y de inmediato los encontró, estaban sentados en la mesa del living jugando una especie de juego con fichas que no logro entender.
- Buenos días- Anuncio su presencia con una sonrisa mientras se acercaba a ellos.
- Buenos días mami- Saludan las gemelas al unisono.
- Buenos días cielo- Corresponde el peliplata.
- ¿Como amanecieron amores míos?- Inquiere finalmente llegando a ellos y sentándose en el sofá.
- Papá nos preparo el desayuno- Informa con emoción la castaña menor.
- ¡Que bien! ¿Y que preparo?- Inquiere dándole un golpe disimulado a su esposo en el hombro.
- ¡Sándwich!- Murmura ambas al unisono concentradas en el tablero de juego.
- ¿Y a mí, no me preparaste nada?- Inquiere observandolo inquisidoramente.
- Puedo hacerlo ahora ¿Deseas?- Responde a los segundos.
- Pan tostado, y café- Informa.
- ¿Eso es todo?- Pregunta dudoso.
- No tengo mucha hambre- confiesa inclinandose para levantarse.
- Está bien cielo, lo que desees- Asegura haciendo lo mismo. - En un momento vuelvo niñas- Le informa a sus hijas mientras camina a la cocina.
Mientras que la mujer fue de regreso a la segunda planta y aprovecho la presencia de su esposo para darse un ducha, realmente se tomó su tiempo haciéndolo, se lavo el cabello y se aplicó aceites esenciales en el cuerpo, para finalmente y luego de casi una hora salir. Se coloco un pantalón holgado y un suéter igual, cepillo su cabello, lo dejo suelto para que se secara con la brisa y finalmente bajo nuevamente en dónde su esposone hijas permanencian iguales.
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Enamorarte.
FanfictionEstá historia es la continuación del fanfic "Tu dulce presencia" que también pueden encontrar en mi perfil. Es importante leerlo con anterioridad para entender algunas cosas. . . ... SINOPSIS. La gloriosa victoria de la noche en que sus labios se to...