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....Despertó con pesadez gracias a los rayos de sol que se colaban por la ventana, basto abrir un poco los ojos y recuperar a medias la conciencia para que todo volviera a ella, fue casi inercia, cuando minutos después se giro y tomo la almohada que el usualmente usaba para pegarla a su pecho y aferrarse a ella, extrañamente no lloro, quizás era que aún no despertaba del todo o que ya no tenia lágrimas, no lo sabia Pero se mantuvo ahí, sin moverse ni un centímetro y aferrada a aquella almohada como si su vida dependiera de ella.
Probablemente llevaba dos horas o más, sin moverse cuando el chillido de la puerta le alerto del ingreso de alguien, sabia de quién se trataba asi que no se inmutó.
- Buenos días...- Anuncia la pelinegra. - Preparé desayuno, anda, date una ducha y baja- Pide acercandose a ella y dándole una palmada en el hombro.
- No tengo hambre- Confiesa.
- Pues no es cuestión de querer o no, es de que te alimentes- Informa con seguridad. - Así que levantate, que el mundo no se ha acabado- Completa quitándole la sabana.
- No quiero...- Murmura girandose.
- Pero lo harás- Asegura Kagura mientras la toma de la muñeca y la levanta.
- Kagura...- Musitá mientras la ve con el ceño fruncido.
- ¡Rin!- Advierte la pelinegra.
Logrando está vez que la castaña se levanté y camine hasta el baño.
- Date una ducha, ahora vuelvo- Anuncia saliendo una vez más.
La vió salir y a pesar de estar dispuesta a lanzarse una vez más a la cama, decidió que su cuñada tenía razón, aunque le doliera el mundo no se estaba acabando, y tenía dos hijas por las que debía estar bien, así que ingreso al baño y se dió una ducha, salió y arreglo la cama, para despues ir hasta el armario y buscar algo más decente, unos pantalones de lino y una camisa. Salió de la habitación y fue hasta la primera planta, en dónde la pelinegra hablaba por teléfono, pero en cuanto la vio corto la llamada y fijo su atención en ella.
- Veo que te arreglaste- Musitá con una sonrisa.
- Tu lo dijiste... El mundo no se ha acabado- Responde con pesadez mientras ingresa a la cocina.
- Es el de los toldillo- Informa.
- Gracias Kag- Anuncia quitándole la malla al plato.
- ¿Vas a algún lugar?- Inquiere sentándose frente a ella.
- A buscar a las niñas- Confiesa comiendo un bocado de panqueques.
- ¿Te sientes mejor?- Pregunta con nervios.
- No mucho pero... No puedo pasarme los días en cama, hay cosas que hacer y... Ahora lo más importante es que está situación no afecte a mis hijas- Confiesa en medio de un suspiro.
- Tienes razón, y ya sabes que aquí estoy... Si algún día necesitas ayuda con las niñas, o no te sientes bien, no dudes en pedirme ayuda- Concuerda con una sonrisa.
- Gracias en serio... Por todo esto que has hecho por mi- Musitá con una leve sonrisa.
- No es nada- Asegura.
Ambas se mantuvieron en silencio por varios minutos, incluso la castaña logro terminar de comer, no fue hasta que llevo el plato al lavavajillas que bocifero nuevamente.
- Kag- Llama su atención en un tono leve.
- Dime- Pide.
- ¿El estará bien?- Pregunta de repente mientras se seca las manos.
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Enamorarte.
FanfictionEstá historia es la continuación del fanfic "Tu dulce presencia" que también pueden encontrar en mi perfil. Es importante leerlo con anterioridad para entender algunas cosas. . . ... SINOPSIS. La gloriosa victoria de la noche en que sus labios se to...