— Sara, ¿estás bien?...
Alcé la vista. Papá me miraba de nuevo así… Estaba claro que lo había hecho de nuevo: “sumergirme en el ancho mar de mis pensamientos”, o así lo habría dicho él…
— Sí…
— Okay…
Después de un intercambio de sonidos de cubiertos y platos, servimos la cena.
— Al final… Al final aprendiste muy rápido con la señora Ford. Siempre es así de delicioso cuando cocinas, hasta Maggie me dijo que tienes un don magnífico para la repostería. Lo cual es un cumplido bastante sorprendente de parte de una persona que tiene un gusto exigente.
— ¿Lo dices enserio?
— Sí. Y, me sugirió, bueno… si tú quieres…
«Ah, con que eso era…»
—... inscribirte en un curso de cocina y repostería que organizará su hija el próximo mes. Es… es una buena idea… ¿o no? ¿Te interesa?...
— Gracias papá, me encanta la idea. Pero con la escuela, los exámenes de fin de y… ya sabes… Con las visitas de Jared, creo que no me queda mucho tiempo…
«Su rostro ha cambiado, otra vez. Tengo que tranquilizarlo.»
…Quizá más adelante.
— Si pequeña… Lo entiendo. No quiero que te presiones. Es todo.
«Mucho mejor.»
— Pero si cambias de opinión…
— Yo te mantengo informado.
Y allí estaba de nuevo esa sonrisa, tan sincera. La recuerdo desde siempre. Quizá esas pequeños destellos plateados comenzaban a asomarse, pero seguía teniendo esa personalidad tan paciente que recuerdo desde niña. Mi padre es uno que habla con la mirada. Se puede leer su ánimo solo por mirar sus ojos. A veces está cansado, con manchas algo oscuras, pero levemente arrugados por una sonrisa interna. Unos ojos neutros cuando algo le molesta o preocupa. Y… también esos ojos… como los de hace un rato, en el que no puede disimular restos de una tristeza profunda en el corazón…
Las últimas semanas han sido difíciles. Aunque se queda callado para no preocuparme, está luchando solo, por nosotros dos. Creo que a ningún padre le da alegría saber que uno de sus hijos sufre internamente. Un día quedé inconsciente y perdí la nocion de lo que ocurría a mi alrededor. Solo… pasó una vez, pero ni siquiera puedo recordar con detalle lo que pensaba en aquel momento.
Pensándolo un poco ni siquiera me puse así cuando…
— Conocí a Evan, el vecino nuevo.
— ¿Evan? Y… ¿qué te dijo? ⁷
⁷ Viernes 24 de enero 2025 (20:00 horas)
ESTÁS LEYENDO
Es una promesa
Genç KurguSara es una chica sola y distante, pero hasta hace unos meses antes era totalmente distinta. Oculta la verdad de un corazón destrozado y sin esperanza. ¿Logrará volver a ser feliz?