5. Katsuki Bakugo

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Durante toda la semana estuve entrenando sin descanso.

Las Olimpiadas eran unas competiciones famosas nacionalmente en las que mediante unas pruebas que filtraban a los estudiantes de la U.A., estos mostraban su potencial y sus dones, captados por los héroes profesionales que los tienen en cuenta para después realizar las prácticas. Básicamente, el futuro de todo héroe, podría depender de dichas pruebas, aunque no siempre, claro.

Sinceramente, yo no quería destacar. Pero era un paso más dentro de mi plan de venganza contra All For One.

Aizawa me dijo que sería el comentarista junto con Present Mic y que eso daría mucho juego a la hora de disimular que entré tarde a la U.A. La manera perfecta de despistar a los villanos sobre mi identidad y desarrollar mi potencial junto con mis compañeros.

En cuanto a Aizawa Shota, no manteníamos precisamente una comunicación fluida. El se limitaba a darme mi espacio mientras ambos guardábamos luto a mi familia. En las horas del almuerzo comíamos juntos y algunas cenas también, pero la mayor parte del tiempo me la pasaba entrenando en el jardín y estudiando en la habitación que había reservado para mi. Y no quiero ser malinterpretada.  Así estaba bien, me sentía cada vez más cómoda con su presencia.

Al salir de la academia, entrenaba durante una hora más antes de comer algo, luego estudiaba hasta hacer la digestión y continuaba con el entreno.

Aizawa se había mudado hace poco a esa casa y nuestro vecino era el Chico Petardos. Katsuki Bakugo. Iba a mi clase, como ya habéis leído.

Pese a su arrogancia, su egocentrismo y un largo etcétera de adjetivos calificativos con connotación negativa, Bakugo era un chico perseverante y poderoso.

Izuku me había comentado sobre los dones de los compañeros y entre ellos me parecían resaltar dos de ellos entre los demás: Shoto Todoroki y Katsuki Bakugo. Había otros dones que me parecían muy interesantes, pero esos dos llamaron mi atención de manera excepcional. No había visto nada parecido en Italia.

Todoroki era hijo de Endeavor. Era un chico frío y distante, pero por lo que pude observar era muy estudioso y talentoso. Al parecer usaba solo parte de su quirk, el hielo. Era capaz de crear grandes masas de hielo y eso lo convertía en un chico veloz y muy potente. Realmente me recordó a parte de mi don, pero yo era incapaz de manejar masas tan grandes a día de hoy. Sería un rival interesante.

Por otro lado Katsuki Bakugo: el rubio maleducado. Mediante su sudor que tenia un alto contenido en glicerina, era capaz de convertir ese sudor en explosiones y eso sumado a sus ansias de poder , su perseverancia y su estado físico, lo convertían en otro rival fuerte. Muy fuerte. Era un chico tozudo, muy testarudo, con un semblante severo y muy competitivo. Su fuerte carácter también captaba mi atención, no sólo su don. Parecía un enigma.

Realmente yo también era una persona con algunas de las características que he enumerado de él pero ni de lejos me comportaba de manera tan fría con mis compañeros. Se supone que era una heredera y yo no me sentía más que nadie. El sin embargo, parecía de verdad creerse que era el centro del mundo y lo manifestaba de manera malhumorada. Muchas veces tuve que intermediar con el y Midoriya porque sentía que abusaba de él más que de cualquier otro compañero.

Hace un par de días me hizo una pequeña quemadura en el brazo, aunque yo a él le quemé levemente la pierna también. Era algo que llevaba pensando desde que sucedió.

Cuando lanzó su explosión contra mi brazo y lo esquivé por tan poco que consiguió rozarme y quemarme un poco, durante un segundo juraría que se quedó estático y con un deje de preocupación.

Sucedió rápido. Volvimos a discutir, pero esta vez por ser los primeros en una carrera de relevos en la que estábamos en el mismo equipo. No había ningún profesor con nosotros porque tuvo que salir un momento a atender un asunto urgente, tardaría solo unos minutos. Tenya Iida, un chico alto y con gafas con un don que tampoco se quedaba atrás con los ya nombrados, era el delegado de clase y se quedó a nuestro cargo. Normalmente me costaba acatar órdenes, aunque era muy obediente con los profesores. Sin embargo, ese día me tomé un poco a la ligera la autoridad del delegado y Katsuki Bakugo igual. Aunque bueno, el era un caso aparte.

Perdida En Tí || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora