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Gracias a la hermosa autora que me dejó adaptar esta historia 💕✨

Morgan97R

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Era el tercer día de septiembre, lo cual significaba una cosa: regreso a clases en la universidad. Este era mi último año, el 7° semestre de la carrera de Derecho. No podía creer lo rápido que había pasado el tiempo. Un par de exámenes más, prácticas profesionales, y estaría lista para graduarme. La idea me emocionaba y me aterraba al mismo tiempo.

Desperté temprano, como todos los días. La rutina siempre había sido mi refugio, un lugar donde todo parecía bajo control. Salí a correr durante una hora por las calles aún tranquilas de la ciudad, dejando que el aire fresco de la mañana me despejara la mente. Correr me daba la energía y la claridad mental que necesitaba para enfrentar el día.

Al regresar a casa, me duché y me alisté para salir. Hoy iba a ser un día ajetreado: prácticas profesionales por la mañana y clases por la tarde. Aunque me sentía un poco nerviosa por todo lo que implicaba este último año, también estaba emocionada por lo que el destino podría traerme. Últimamente, esa palabra, "destino", rondaba en mi cabeza con más frecuencia de lo habitual.

Mi fiel compañera, mi moto, estaba lista para llevarme a mi primer destino del día: la institución donde iniciaría mis prácticas. El camino fue tranquilo, y mientras las horas pasaban en la oficina, me prometí a mí misma una vez más que este sería un año diferente. No me involucraría con nadie de la escuela o del trabajo, una promesa que había roto varias veces antes, pero esta vez sentía que podía cumplirla. Quería concentrarme en mis estudios y en mis prácticas sin distracciones.

Cuando terminé en la oficina, me dirigí apresurada a la universidad. Las clases estaban a punto de comenzar y, como pocas veces, me estaba retrasando. En cuanto llegué al campus, estacioné la moto cerca de la entrada y corrí hacia el edificio. Subiendo las escaleras con prisa, sentí un impacto fuerte al chocar contra alguien.

—¡Lo siento! —dije rápidamente, sin alzar la vista al principio. Cuando finalmente lo hice, me quedé sin palabras. Delante de mí estaba una chica espectacular, con ojos verdes brillantes, que contrastaban con su cabello negro recogido en una coleta alta. Llevaba ropa ajustada que resaltaba su figura esbelta y, aunque claramente estaba tan apresurada como yo, su sonrisa me desarmó.

—No te preocupes, yo también iba distraída —respondió con una calma que me sorprendió—. ¿Estudias aquí? —Me sonrió de una manera tan cálida y natural que, por un segundo, olvidé que iba tarde.

—Sí, ¿y tú también? —contesté, intentando sonar casual. Pero había algo en su presencia que me hacía sentir nerviosa, algo que no solía ocurrirme. Era una sensación extraña y nueva.

—Soy nueva y… estoy completamente perdida. No encuentro mi salón, ¿podrías ayudarme? —preguntó, mirándome con una mezcla de confusión y dulzura que me hizo sonreír.

El destino me estaba dando una oportunidad, pensé.

—Claro, ¿sabes cuál es el número de tu salón? —le pregunté, intentando parecer despreocupada, aunque por dentro algo me decía que esta chica no sería como las demás. Había algo en ella que me hacía sentir que, si la dejaba escapar, me arrepentiría.

—Sí, aquí lo tengo —respondió, mostrándome su horario.

Al mirarlo, me llevé una grata sorpresa. No solo estudiaba Derecho, sino que estaba en el mismo grupo que yo. No pude evitar sonreír. El destino, una vez más, había jugado a mi favor. No solo la había conocido de forma fortuita, sino que la vería todos los días.

Mi hermoso destino (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora