❝Yo vivo día y noche pensando en ti. Y tu perdiendo el tiempo con él.❞
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Apenas llegué a la recepción del hotel, divisé al grupo de amigos de Lisandro junto con él, por ende me acerqué con una amable sonrisa dispuesta a escuchar las boludeces que decían
mi cuerpo dolía en todos lados, sin embargo lo disimulaba como una reina. Y, para mi suerte, Nico no habia dejado ninguna marca en mi cuerpo por la que me tuviese que preocupar
— ah bue. Este disfruta como loco y no quiere decirnos con quién —acusó De Paul
— dale, solta la lengua Ota —dijo Cristián
abracé a Lisandro desde atrás y giró levemente su cabeza solo para comprobar que era yo, con una sonrisa colocó mis manos sobre las suyas y volvió la vista a la conversación
— si, mal. Danos una pista por lo menos. ¿Es una de las que tenés acá? —curioseó el Toro, que falso seguramente él ya sabía
— no les voy a decir nada, cierren el orto y ponganse a jugar —cortó
las marcas de uñas en sus brazos y los chupones en su cuello no eran nada disimulables pero, por suerte, se irían antes del partido
— bueno, pasa el número por lo menos —jodió Enzo
sonreí contra la espalda de Lisandro y dejé un suave beso en la zona
— eh, Pauli —saludó Julián con una sonrisa
— hola Alva —moví mi mano y me asomé por el costado de Licha
— vení, sentate con nosotros —me invitó
— si, tengo un lugar especial para vos —tiró Enzo para hacer enojar a su amigo
instantáneamente recibió un golpe en el brazo de parte de Licha. Lo solté y me acerqué a Juli, quien me hizo lugar a su lado pasando su brazo por mis hombros
— después contame qué mierda pasó porque se que esa fuiste vos —susurró en mi oído
sonreí y asentí sin decir ni una palabra, no quería mentirle a Julián, no le veía sentido. Apoyé mis piernas extendidas sobre las suyas y me crucé de brazos
