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una rara sensación se hizo presente en mi hombro, algo adormecida me gire entre mis sabanas pero no desapareció. Solté un largo suspiro antes de entreabrir los ojos tratando de acostumbrarme a la luz
la imagen algo borrosa, pero tan característica, de Nico se hizo presente y una sonrisa adormecida se dibujó en mi cara
— buenos días, Patito —saludó
— hola —me refregué los ojos— buen día...
solté un largo bostezó y lo escuché dejar salir una suave risa
— ¿pudiste descansar bien? —lo sentí removerse en su lugar, como alejandose
instintivamente lo sujete para que no se aleje y me giré hacía él, pegando mi mejilla a su pecho. Ante su pregunta solo asentí y envolví su torso con mis delgados brazos
— me alegro. ¿Hoy te despertaste amorosa? —acarició mi cabello
— algo así —murmuré
— yo si me levanté muy amoroso con vos. Y como me desperté temprano, me duche y salí a comprarte algo —me contó
— ¿a qué hora? ni cuenta me di cuando te fuiste —elevé mi mentón para verlo a la cara
— tipo ocho y algo. —dejó su mano en mi nuca— Sos muy linda recién levantada, te lo dije alguna vez? —sonrió
