10. No hay señales de almas gemelas

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James Bay - Move Together (1:00 - 1:40)

Hay mucha información que adquiero durante la cena, dónde aprendo muy rápido que la familia Donovan es abierta y comunicativa. No dudan en bromear entre ellos con la confianza de saber hasta dónde pueden llegar con dichas bromas. Son unidos y se quieren entre sí, eso es obvio con solo verlos interactuar por unos minutos. Tampoco dudan en mostrar dicho afecto ya sea con palabras o gestos como abrazos. Lo cual me resulta interesante y me detengo analizarlos en mi mente y observar con atención sus dinámicas.

Stella comenta que Killian está en Seattle porque desde hace un año y medio empezó su propia constructora. Alana me cuenta que Donovan solía jugar fútbol americano en la secundaria y Arthur básquet, a lo que Stella recuerda lo mala que ella es en los deportes, y que a Helena le encantan los deportes extremos, que es toda una aventurera.

—Ha sido así desde siempre, mamá tenía que ir detrás de ella cuando decidía ir a surfear en la madrugada —me cuenta Donovan—. Un día se despertó, tomó sus cosas y se fue de mochilera por Europa.

También aprendo que antes de estudiar gastronomía, estuvo en la escuela de medicina por solo un año, pero lo dejó porque aquello no era lo suyo. Que Donovan estudió administración pública en la universidad porque tenía pensado dar el examen para detective, pero que al final no lo hizo porque su, en ese entonces novia, quedó embarazada —Stella no lo dijo de forma directa, pero hizo los gestos y señaló a Lily quien estaba sonriendo ajena a la conversación—, y Donovan agregó que no se arrepiente de su decisión.

—¿Saben que deberíamos hacer? Ir a celebrar su compromiso al bar de Jake —sugiere Stella con emoción y luego mira en mi dirección—. Jake es el exesposo de Helena.

—Este es un pueblo muy pequeño —murmura Helena entre dientes—. Entre todos los bares, ¿por qué siempre debemos ir al de mi ex?

—Si nos quejamos de ti con él nos da cerveza gratis —le explica Donovan—. Y es un pequeño sacrificio que estamos dispuestos a llevar a cabo.

Ella golpea el hombro de su hermano y Donovan finge estar ofendido, Cecilia los regaña en un suave tono maternal que tiene un trasfondo severo.

Pienso en mi hermano y en la forma en que nos llevamos, porque incluso en nuestros mejores momentos no nos llevamos de esa manera, porque, incluso aunque lo amaba y Landon cuidaba de mí, muy en el fondo sabía que todo eso tenía un precio que tarde o temprano debía pagar.

—¿Quieres ir? No tenemos que hacerlo si no quieres, podemos ir a mi casa para que descanses si lo prefieres.

Eso es algo que también aprendí durante la cena. Qué en esta casa viven la madre de Donovan, su tía Isabela y por supuesto la abuela Esther.

Los demás cada uno tienen su propio lugar, pero que pasan mucho tiempo aquí. Qué casi todas las noches vienen a cenar porque aman como cocina Isabela.

—No tengo inconveniente con ir.

Un poco, pero no es algo que vaya admitir porque hacerlo sería visto como un símbolo de debilidad o al menos, eso es lo que me grita la educación que recibí por parte de mis progenitores.

Me mira como tratando de leer algo en mi rostro, pero soy muy buena ocultando las cosas.

—Adelántense ustedes, los alcanzaré después de acostar a Lily —nos dice Donovan—. Ten cuidado con los juegos de beber que sugiere Stella, son engañosos y ella siempre hace trampa.

—¡Eso es mentira! Deja de darme una mala reputación frente a tu prometida.

—Sí, ¿no ves que Stella puede hacer eso sola?

De un átomo a toda una galaxiaWhere stories live. Discover now