Los días y noches transcurrieron con tranquilidad, algo inusual en medio de tanto caos e incertidumbre.
Había pasado casi un mes desde el nacimiento de Yan Haoran, el cual era un bebé tranquilo y solo a veces ocasionaba problemas, pero esto no podía importarle menos a sus dos padres.
Shen Qiao y Yan Wushi por fin tuvieron tiempo en familia, pero a pesar de ello no podían dejar atrás sus deberes como líderes de secta, más aún cuando no había mucha información de lo que ocurria en el exterior.
En el pueblo lejano, solo algunos informes de los discípulos más cercanos de Yan Wushi llegaban intermitentemente, informando sobre el estado de ambas sectas, el transcurso de la guerra y como habían logrado avanzar a la victoria en un 80%, pero aún faltaba la batalla final que le pondría fin a todo el derramamiento de sangre.
Haoran en unos días cumpliría un mes y Shen Qiao estaba emocionado por ello, ya que sería su celebración de luna llena, pero también lamentaba no tener a sus discípulos cerca para celebrarlo.
Mientras Shen Qiao se perdía en sus pensamientos entró Yan Wushi con un bebé regordete en brazos, el cual solo tenía una toalla de baño envolviendo su pequeño cuerpo - Cariño, Ah-Hao ya se dio un baño conmigo, pero sigue llorando... - dijo Yan Wushi mientras el mismo solo llevaba una bata dejando a la vista su fuerte pecho.
Los ojos del bebé estaban rojos del llanto, algo que sorprendió a su madre, ya que casi nunca lloraba y mucho menos en su actividad favorita, el baño.
Yan Wushi le entrego el bebé ya que no sabía la razón de esa reacción tan extraña.
Cuando Shen Qiao recibió al bebé en brazos este cesó su llanto, pero gimoteaba con pequeñas lágrimas aún en sus ojos - Tal vez tenga hambre - dejó a Ah-Hao en la cama para colocarle su pijama, cosa que no le gusto y volvió a llorar aún más fuerte.
Ninguno de los dos sabía que ocurría ya que el bebé nunca se había comportado de esa manera -le voy a colocar su ropa primero, tal vez se siente incómodo - dijo Shen Qiao mientras observaba como Ah-Hao no paraba de llorar.
Ambos lo cambiaron a la velocidad de la luz y el bebé gimoteo aún sollozando, pero con un leve cansancio.
Yan Wushi suspiro - tal vez está cansado de tanto jugar, dejémoslo beber leche para que duerma - lo sostuvo en brazos mientras trataba de calmarlo.
Shen Qiao se reclinó en la cama con una almohada en la espalda y cruzando las piernas - Dámelo, voy a alimentarlo... déjalo dormir con nosotros está noche - dijo con preocupación mientras extendía los brazos para que Yan Wushi le entregará al niño.
En el instante en que iba a colocar al bebé en su pecho para alimentarlo un fuerte ruido los sorprendió.
Yan Wushi de inmediato se puso alerta, tenía un mal presentimiento sobre lo que ocurriría y más aún viendo la reacción del bebé, así que se puso rápidamente su túnica preparándose para salir.
Shen Qiao se puso de pie y empezó a arrullar al bebé en brazos para que cesara su llanto, y este al sentir la ansiedad de su madre ocultó su pequeño rostro en su pecho.
Él sabía que Ah-Hao tenía un fuerte sentido de alerta desde antes de nacer, así que no se relajo en absoluto luego de escuchar aquel ruido.
Yan Wushi los miro con preocupación - Prepárate para salir, no podemos quedarnos aquí por mucho tiempo - En la penumbra se escucharon caballos entrando al pueblo.
Shen Qiao inmediatamente reaccionó tomando el bolso que tenía preparado para cualquier caso de emergencia y colocó al bebé en su pecho envolviendolo en una tela con la ayuda de su marido y como si Ah-Hao supiera lo que estaba ocurriendo cesó su llanto al instante.
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Entre Ayeres y Siempres [YanShen]
FanfictionHan pasado siete años desde la primer noche de Yan Wushi y Shen Qiao, pero a pesar del tiempo los sentimientos siguen ahí, y más a flor de piel con el paso de las estaciones... Pero, ¿Qué pasaría si un evento inesperado para ambos les cambia la vida...